jueves, 31 de mayo de 2012

EXTRA EXTRA!

¡NOTICIA DE ÚLTIMO MINUTO!

Una adolescente de 16 años esta a punto de sufrir su mayor crisis de estrés, y el culpable de esto es "la maldita escuela" como ella lo define.
Esta joven se encontraba pasando uno de los mejores fin de semana de su vida debido a la visita de un actor a su país. "Una experiencia inolvidable" es como lo define luego de haber pasado 3 días cerca de Peter Facinelli.
Pero las cosas no salieron como ella pensaba. 
La semana subsiguiente es la perdición para ella.
Esta cerrando el primer semestre en la escuela por lo que las pruebas finales ya comenzaron, pero esta vez "los profes se fueron al chancho"
En cinco días tiene la suma de 8 pruebas, las cuales 3 de ellas equivalen a dos notas por lo que el estres es su mejor amigo en este momento.
"Es tan trágico todo esto que me termino riendo" es el lado cómico que la adolescente le intenta tomar a toda esta locura.
Esperamos que después de esta semana logremos tener alguna información de ella porque tiene a unas chicas esperando por un capitulo de la novela que escribe en internet.
Para ayudar a esta ocasión, puedes mandarle tus fuerzas mediante Facebook y ella sabrá que estas con ella, o simplemente reza... 

Aaaaaaay Chicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas! D:
¿Pueden creerlo? .____________.
¡Tengo 8 pruebas! 8 PRUEBAS!
Y nada de tiempo D:
Este año de verdad se fueron al chancho con las pruebas en una sola semana .___. más encima tres de esas me valen dos notas! y me entra toda la materia que he visto desde marzo D: 
Ni tiempo he tenido de escribir lo que pasó con Peter Facinelli *O*
¿como lo defino rápido?
una locura, inolvidable, ES GUAPISIMOOOOOOOOOO! *O*
Se mueren, de verdad!
a las que tengo en Facebook han podido ver las fotos y videos y alsaslfdhkdsjf
*-* todavía no creo que haya pasado todo eso :')
Cuando tenga escrito lo que pasó lo publicaré ;)
Y de la novela.... AAAH!
Bueno... no puedo decir mucho /: Soy una mala persona en haberles dejado el capitulo pasada así y ahora no publicar :C lo siento pero esta situación se me escapó de las manos, really. o.O

Espero que anden mejor que yo porque... uuf! esto no se lo deseo a nadie!

¡Deseenme suerte!

domingo, 20 de mayo de 2012

Capitulo 44: La última oportunidad.

La última oportunidad.
Narración: Carla.
—¡Carla, CARLA!
    Me giré para ver quién era la loca que gritaba mi nombre. Pero nada. Hasta que vi unas manos pidiendo permiso, o más bien corriendo a golpes a la gente. Mia.
—¿Qué es lo que te pasa? —le pregunté asustada.
—¡No sabes la noticia que te tengo! —me agarró del brazo y me alejó de toda la gente— Se trata de Max.
—¿Max? —Me estremecí— ¿Qué pasó?
—Terminó con su novia —dijo desbordando entusiasmo.
—¿Cómo que terminó con su novia?
—¡Sí! Hace un par de horas se creó un escándalo cuando ellos se pusieron a pelear el frente de todos. Él le decía que cómo le había hecho eso y bla bla bla…
—No puedo creerlo.
—¿No ves lo que esto significa? —Me tomó fuerte de los hombros— Esta es tú oportunidad con él.
—No, Mia… Acaba de terminar con su chica ¿Cómo voy a llegar y meterme ahí?
—Pero la va a dejar de querer después de todo esto, y tú estarás a su lado —siguió insistiendo.
    No lo creo, pensé. ¿Cómo se supone que tenía que sentirme bien si Max estaba sufriendo con todo eso? Claramente no podía estar tan feliz como Mia quería.


Narración: Claudia.
—Imbécil —concluyó Belén.
—Estúpido —dijo Gaby.
—Tonto —gruñó Grace.
    Claramente, Max no se ganaba halagos después de lo que había pasado ayer. ¿Es que como era posible que no me hubiera creído? ¿Cómo?
—De verdad que tu hermano se pasó esta vez, Clau —comenzó Belén. Ella tenía a mi hermano puesto casi en el trono de los “Top ten de los chicos que valen la pena” pero con esto de seguro había dejado su trono— Es inaceptable lo que hizo.
—Y su novia —Gaby se metió— Ella tiene la culpa de todo esto. Menos mal que había esa foto para demostrarle porque o si no… la cosa hubiera sido peor.
—Maldita zorra —dijo Grace.
    Las tres nos giramos a ella sorprendidas por la palabra que había salido de su boca. Ella no acostumbraba a decir cosas de semejante calibre.
—¿Qué? —nos preguntó— Si es la verdad.
—Bueno, bueno mejor cambiemos de tema que ya estoy cansada de amargarme más con esto —pedí.
—¿Alguien se apuntará al acto de la escuela? —preguntó al segundo Grace.
—¡Estás loca! —Le dijo Belén— Haría el ridículo.
—Jajajaja —reí— Sí que lo harías —Belén me pegó.
—Dicen que varios ya se han apuntado para participar y mostrar sus talentos —comentó Grace.
—Debería entrar Javier —intenté no mirar a Gaby— de seguro gana cantando.
—¿Lo ha escuchado? —Gaby casi se lanzó encima de mí.
—Ajá, una vez —ahogué una risa— Casi le tuve que rogar para que lo hiciera.
—¿Y cómo canta? —Preguntó Belén— De seguro excelente. Un chico guapo, con unos lindos ojos y que además canta bien…puf.
—La verdad es que súper bien.
—Que rabia —Gaby se cruzó de brazo como niña pequeña— a mí no me quiso cantar cuando se lo pedí.
—Pero cariño, es que Javier no está loco por mí —le guiñé un ojo y ella se sonrojó.
    Nos reímos de Gaby mientras ella insistía en que no pasaba nada. Ay… esto de negar la realidad.


Narración: Carla.
—Ya, si sé que tenemos tiempo pero entiende que no me quedaré tranquila cuando tengamos ese trabajo hecho.
—Relájate —Mia me acarició el hombro— tiempo es lo que nos sobra.
    Le sonreí como pude y caminamos hasta su casillero para que sacara sus cosas y nos fuéramos rápido de aquí. Esperamos un poco a que todos los apurones salieran para  no quedar atrapadas dentro de la multitud.
—Y el otro día estaba… ¡Auch!
    Estábamos doblando la esquina cuando sentí que algo golpeaba mi frente. Automáticamente me llevé la mano a la cabeza y cuando levanté la vista me encontré con Max… o una versión demacrada de él.
—¡Hey, Max! —Lo saludé— ¿Cómo estás?
—¿Ah? … ¡Ah! Carla, lo siento no te vi.
—¿Estás bien? —dije preocupada.
    Detrás de él vi a Mia, que no sé en qué segundo se habría puesto ahí, y me hizo señas diciendo de que se iría… y me guiñó el ojo.
—¿Si estoy bien? … Estoy peor que nunca —Max se apoyó en la pared y se tiró al suelo.
    Miré alrededor cuestionándome si me quedaba ahí o me iba y hacia todo lo que tenía planeado hacer porque después no tendría tiempo y… Al diablo. Me senté a su lado.
—¿Qué pasó?
    Pero la voz de su novia se escuchó. Llegó caminando con fuerza hacia nosotros y se plantó al frente sin dirigirme ni una miradita.
—Tenemos que hablar —le dijo a Max.
—No, Daniela. Nosotros ya no tenemos nada de qué hablar —le dijo cortante y sin mirarla.
    O ella sabía que no lograría más que eso o estaba esperando esa respuesta para irse lo más rápido posible porque desapareció en un segundo.
—¿Qué pasa? —volví a preguntar.
    Comenzó a contarme que había terminado con Daniela, que lo había estado engañando y que Claudia se lo había dicho pero él no le había creído nada y que ahora ella no le quería contestar el celular. Problemas y problemas.
—De verdad metiste la pata —dije sin darme cuenta y luego me arrepentí al ver que le dolía escuchar eso.
—Lo sé, lo sé —se agarró la cabeza— Pero ya no puedo hacer nada. Claudia no me responde.
—Como quiere mucho hablar contigo —ironicé.
—No puedo creer todo esto, Carla. No puedo creer como no le creí a ella, y le creí a Daniela —negaba con la cabeza— No puedo creer que ella me haya engañado con otro.
—Ah, puf —bufé— eso te pasa por elegir mal a tus novias.
    Max sonrió un poco.
—De verdad que…
—¡Ay, no! —Exclamé— No llores, Max.
    Involuntariamente lo abracé. Ya era un poco tarde cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. Me alejé de a poco intentando que en mi cara no sé notara la vergüenza que tenía.
—Es que Claudia no me va a perdonar jamás. Si ya la había embarrado con delatarla…
—Eso es lo que no entiendo —lo interrumpí— Que le hayas dicho a tus padres que ella estaba con Andrés fue feo ¿Por qué lo hiciste?
—Porque tenía que hacerlo. Es un imbécil.
—No, Max. Si ella está con él es porque lo quiere, y por él la quiere a ella. Además Claudia no ha llegado llorando o diciendo que le hizo algo ¿a qué no? Tú sólo te empeñaste en creer lo que querías creer.
—Y ahora lo estoy lamentando —dijo sincero— ¿Qué voy a hacer, Carla? —Me miró directamente a los ojos— ¿Qué haré?
    Puede que Max de verdad la haya embarrado, bueno… la embarró hasta en fondo pero está arrepentido y eso cuenta ¿o no?
—A mí se me ocurre algo —sonreí— pero vas a tener que saber confiar en lo que te estoy diciendo. Tampoco sé si vaya a resultar, pero por lo menos ella se estará dando cuenta que desde ahora, de verdad estarás con ella.
    Max tomó una de ms manos y le dio un beso. Sentí como mis mejillas comenzaban a ponerse coloradas. Ay, no.
—Gracias —me susurró.


Narración: Claudia.
—Estoy triste, apestada y enojada con todo esto.
    Estaba afuera de mi casa con Andrés luego de que las clases hubieran terminado. Mis padres no estarían adentro, así que sólo por esto estábamos aquí porque a la hora de que nos ven… oh, no.
—Pero, cariño —Andrés me rodeó con sus brazos— Sé que las cosas están mal, pero también ponte en su lugar. ¿Qué hubieras hecho si él te dijera que yo estaba con otra?
    ¿Andrés con otra? La idea que era horrible. Me callé porque la verdad es que no le hubiera creído a Max.
—¿Ves lo que digo? —tomó mi rostro en sus manos.
—Sí… pero igual no quiero volver a hablar con él en un par de días. Desde que me delató que estoy enojada con él.
—Sólo esta celoso —comentó divertido— le estoy robando a su hermana ¿no? Pero ya no puede reclamar nada —se acercó a mi oído y me susurró— eres toda mía.
—Ya te gustaría que lo fuera —reí.
—¿Qué? —Parecía sorprendido— Eres mi chica —recalcó.
    Lo quedé mirando por unos segundos. Eso de “eres mi chica” sonaba tan lindo y sexy cuando él lo decía.
—Y tú mi chico —dije segura.
—Eso está más que claro ¿no crees? —alzó las cejas.
    Se acercó para darme un besito en los labios y luego se alejó rápidamente cuando recodó algo.
—¡Mira lo que te tengo!
    Andrés se alejó un poco de mí y comenzó a sacar una hoja de su bolsillo.
—Te lo manda mi hermana.
    Curiosa, abrí la hoja y me encontré con un dibujo.
—¡Que tierno! —sonreí emocionada.
—Se supone que tú eres la princesa que está ahí y yo soy el de al lado —apuntaba la hoja.
    En el dibujo había una niña con un gran vestido y una corona, y a su lado había un chico que le tenía la mano. Y un corazón entre ambos.
—Jajajaja —reí entretenida— está muy lindo. Aunque… ¿Por qué hay un corazón entre nosotros? ¿Se supone que ella sabe que estamos juntos?
—Eh… creo que no sabe, pero le gustaría —me sonrió— le gustaría que su querido hermano estuviera con la linda princesa del cuento.
    Sonreí embobada.
—Lo tendré pegado en mi pieza —lo volví a doblar y lo guardé en mi mochila— dale las gracias de mi parte.
—¿Es hora de que me vaya? —Andrés dedujo el tono de mi voz.
—Ajá —hice un puchero— lo siento, pero es que no quiero que mi padre te vea aquí si es que llegara a llegar.
—Te juro que si esto seguirá así, algo haré —dijo seguro.
—No, mejor dejemos las cosas así y déjame a mi tantear el terreno.
—Está bien…
—Ya, no te enojes —le tomé las manos— Ya verás cómo las cosas saldrán mejor.
    Me acerqué para darle el último beso y luego entré a mi casa. Al cerrar la puerta escuché  un “¡Te quiero!” y fue imposible no reírme. Iba a ir directo a mi pieza cuando escuché ruido en la cocina. Ay, no.
—¿Papá, mamá? —me petrifiqué en la entrada de la cocina— ¿Qué están haciendo aquí?
    Ambos se quedaron en silencio. Era obvio que habían visto lo de afuera.
—No quiero que ese chico vuelva a estar otra vez por aquí —mi papá rompió el silencio.
—Por favor —comencé— ¿Puedes dejar todo esto de una vez?
—Tu debería dejar  a ese chico —me taladró con la mirada.
    Si seguía aquí la cosa se pondría peor así que decidí subir a mi pieza y dejar que ellos siguieran hablando de esto como si de verdad los incumbiera.
    Fue a las ocho de la noche cuando mi padre entró a mi pieza con una expresión decidida y eso me preparó para lo que diría.
—Desde mañana yo te iré a dejar al colegio y, o tu madre o yo te iremos a buscar ¿oíste?
—Es una broma —dije incrédula.
—Tú no me quisiste obedecer así que desde ahora todo cambiará.
—¡Papá! No puedes hacerme esto. ¿Por qué se te hace tan difícil entender que yo quiero a Andrés? ¿Qué tiene de malo todo esto? Dímelo —dije histérica— ¡Lo quiero papá! Y vas a tener que acostumbrarte a esa idea.
    Pero no respondió. Salió rápido de mi pieza sin decir ni una palabra más. Intenté controlarme para no llorar, pero se me hizo un poco difícil. Decidí llamar a Andrés para decirle que mañana no podría pasar por mí, ni pasado mañana ni nunca.


Narración: Gaby.
—¿Qué te parece si ponemos esta información antes de…?
    ¿Desde cuándo Javier tenía una voz tan…? ¡Y sus ojos! ¿No que eran cafés? Pero son verdes y parecen brillar como…
—¿Gaby?
    De a poco fui consciente de que alguien pasaba una mano por al frente de mis ojos intentando llamar la atención. Uy.
—Lo siento, lo siento, lo siento —me disculpé rápido— Ya, eh… la información... eh si…
—¿Estas bien? —Javier me miró preocupado— Desde hace unos días pareces estar en otro planeta.
—He estado algo… ida —fue lo único que comenté— Pero bueno… sigamos con esto ¿okay?
    Agradecí que no quisiera preguntarme más porque o si no hubiera dicho todo que pensaba. La hora siguiente en mi mente había una extraña mezcla de conceptos relacionados con química y otros que me indicaban la forma en la que Javier solía pasar su mano por el pelo cuando se frustraba en algo… y la reacción química que ocurría si juntabas el nitrato con la sonrisa que acostumbrara a darme cuando yo dec… Paren.
—Javier… —¿De verdad iba a hacer esto?— ¿Te puedo preguntar algo?
—Claro, dime.
—¿Me sigues queriendo?
    Directo al grano, nada de rodeos. Todo esto me estaba matando desde hace unos días pero necesitaba saber la verdad de su boca.
—¿De qué hablas? —parecía que se quería reír.
—Todo el mundo me está diciendo que tú sigues… que me quieres.
—Eso no es así —me sonrió— de verdad.
    ¿Por qué no me lo creía? ¿O no me lo quería creer?
—Mírame a los ojos y dímelo —dije seria.
    Al parecer la idea no le gustó mucho. Se removió inquieto en la silla, se giró y clavó sus ojos en los míos. Qué bonito color verde…  
—Gaby, tú…
  Alguien golpeó la puerta de la pieza. ¡No! Su madre entró a ofrecernos algo para comer. Esto no se iba a quedar así. La curiosidad me estaba matando de una forma descontrolada.


Narración: Andrés.
—¿Puedes creer lo que le está haciendo su padre?
—Andrés, ten cuidado —me aconsejó Tomás— las cosas se ponen difíciles cuando los padres se entrometen.
—Pero es que no puedo dejar esto así. ¿Cuándo la veré entonces? Si sólo nos veíamos en las mañanas y tardes ¿acaso crees que ahora la dejaran salir? La tendrán vigilada.
    Tenía que hacer algo. No podía dejar que el padre de Claudia cada vez la privara más de todo. No podía dejar que la alejara de mí.
—No me gusta esa cara que tienes —comentó— sé que estás tramando algo. Ten cuidado Andrés.
—Si se trata de ella, tener cuidado no me ayudará en este momento.


Narración: Claudia.
    A la mañana siguiente me bajé enojada del auto y no me despedí de él. Hacerle la ley del hielo es lo mínimo que puedo hacer. Cerré de un portazo y caminé hacia dentro  de la escuela.
—Oh, oh —fue lo primero que dijo Belén al verme— algo malo pasó.
—Mi papá me tendrá vigilada —gruñí— Ahora sí que no me podré ver con Andrés.
—¿Es que tu familia se a confabulado contra ti? —Intentó hacerme reír pero no lo logró— ¿Has hablado con Andrés?
—Sí, anoche pero quiero hablar con él cara a cara pero mi madre me vendrá a buscar…
—Dile que saldremos juntas —apuntó—  pero te juntas con Andrés.
—¿Puedes cubrirme? —dije esperanzada.
    Belén rodeó los ojos como si lo que hubiera dicho fuera lo más estúpido del mundo. La abracé fuerte y le agradecí por  todo lo que hacía.
    Esperé a que faltaran dos horas para salir de clases para manderle un mensaje a Andrés explicándole lo que haríamos, pero su respuesta no fue lo que esperaba.
Lo siento, pero tengo que hacer algo en la tarde.
    Puf. Me enojé y decidí no tomar en cuenta lo que quedaba de la clase.


Narración: Andrés.
    Me bajé de la moto. Vamos, esto era lo único que podía hacer para que todo esto se arreglara de alguna forma. Tenía que hacerlo por ella, por nosotros. Mi celular me interrumpió justo cuando iba a dar el primer pasó.
—¿Qué pasa Tomás?
—¿De verdad estás ahí? —preguntó alterado.
—Te dije que lo haría.
—Ten cuidado ¿sí?
    Reí ante lo asustado que se encontraba.
—Relájate, esto saldrá bien —intenté convencerme más a mí que a él
—Que poder tiene esa chica sobre ti ¿eh? Jamás te habías arriesgado tanto por alguien —suspiró— Bueno, te mandó todas mis fuerzas.
—Gracias, bro’
    Colgué la llamada.


    Narración: Max.
—¿Y? —Carla me miraba inquieta— ¿Lo hiciste?
—Claro que sí. Es lo mínimo que puedo hacer por ella luego de todas las veces que la defraude.
—Me alegro —me sonrió ampliamente.
—¿Y sabes algo? Justo ayer mi padre la había vuelto a regañar porque los vio juntos.
—¿Entonces podemos decir que actuaste en el momento indicado?
—Eso espero Carla, eso espero.
    Esta era mi última oportunidad para demostrarle a mi hermana que de verdad estaba arrepentido de todo lo que había hecho. ¿Cómo pude ser tan imbécil? ¿¡Como puede ser tan imbécil!?
—De nuevo, gracias —le dije a Carla antes de que se fuera— si tu no me hubieras ayudado no hubiera hecho nada.
—No te preocupes, somos amigos ¿no?
    Le estaría eternamente agradecido a esta chica que parecía estar dispuesta a ayudarme en todo. Carla era demasiado buena.


Narración: Andrés.
    Guardé el celular y tomé aire. Caminé hacía la puerta y toqué dos veces. Vamos Andrés, tienes que lograrlo por Claudia. Si ya no funciona con esto… no sé qué va a pasar. La puerta se abrió y apareció él.
—¿Si? —Me miró con curiosidad— ¿A quién busca?
—¿Usted es el papá de Claudia?
    Su expresión cambio rápidamente y ahora me miraba de forma dura.
—Sí, soy yo… ¿Qué pasa con ella?
—Me presento —le tendí la mano— Soy Andrés, el novio de su hija.

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Después de todo lo que pasó no me demoré tanto :)
Pero antes estaba mejor escrito :c y algo más largo pero bueno, no las quería dejar esperando tanto tiempo.

¡EL FINAL! :O chan chan!
Era casi una anhelo terminarlo así *O* 
La verdad es me lo imaginaba como si fuera una serie de la televisión y es el último segundo y luego de eso te sale las imagenes del capitulo siguiente y tu quedas como:  ¿Que? D: ¡Tendré que esperar hasta la siguiente semana! D:
alskjalksjalkjsak xD algo así ;)

Gracias a todas las chicas que comentaron el cap pasado *-*
Me emocioné demasiado cuando leía cada frase y me decían que les había gustado muchooo :') Este cap no está de lo mejor, pero el otro puede que si :O Es uno de los tanto que hace muuucho que quiero escribir :o
Pero.... no sé si lo podré publicar la semana que viene /:
Es que ese fin de semana tengo mi cita con Peter Facinelli *-*
DIOOOOOOOOOOOOOS!
Entonces estaré de aquí para haya gritando como una fan histerica de viernes a domingo :$  pero haré lo que pueda chicas! Siempre intentó hacer lo que este en mis manos :)

Les mandó un abrazo gigante y gracias por la paciencia que siempre me tienen <3


sábado, 19 de mayo de 2012

No muy buenas noticias /:

Chicas, estoy de luto :c No, no ha fallecido ningún familiar si no que ha muerto TODO lo que tenía en mi computador :C Imágenes, fotos, escritos, videos, la  400 paginas que ya casi tenia la novela D: ABSOLUTAMENTE TODO! Mi padre quería reformatear el computador y no guardó mis cosas :c No podía hacer nada más que llorar :c Sí, fui una llorona pero es que se borró TODO! D: Por una parte me quedé tranquila de que la novela esta aquí Uuf! :D pero tenía el capitulo casi listo y ya no esta po' :c También agradecí a Facebook xD porque casi todas las fotos estaban ahí :) Las fotos de mis amigas, de Brunito Mars *-* casi toda mi vida xD
Lo siento mucho /: pero no sé cuando volveré a publicar. No habló de un mes, pero puede que sea la otra semana. En verdad no xD haré lo que pueda por tenerlo entre hoy, o el domingo o el lunes ;) Se que ya no puedo hacer nada por recuperar la info. así que solo me queda seguir /: Aunque me da pena :c ... Voy a llorar de nuevo :c

yayayaya lamento todo esto :c, nos vemos :)

sábado, 12 de mayo de 2012

Capitulo 43: Te decía la verdad.

Te decía la verdad.

Narración: Claudia.
—… y eso pasó —suspiré— No hay segundo que no piense en todo lo de ayer.
—¡Fue demasiado romántico! —Dijo Grace— Es como si hubiera planeado esa salida para decirte todo eso.
—Y la temperatura subió ¿eh? —Belén me pegó un codazo— Andrés ahora sí que tiene solo para él.
    Reí avergonzada.
—Sí… pero… es extraño —arrugué la nariz— se supone que un hombre no se puede sobrepasar contigo ¿no? —Grace asintió— y lo que hizo Andrés… bueno, no se sobrepasó pero… no digamos que fue algo normal… pero no me sentí incómoda… es más… —me sonrojé.
—Te gustó —terminó Belén— Tranquila, es normal. Ustedes ya llevan su tiempo juntos y las cosas empezaran a cambiar, tienes que tener claro eso.
—Ten cuidado, Clau —Grace me miró preocupada— se que no eres de las que… bueno tú ya sabes, pero ten cuidado con lo que vayas a hacer de ahora en adelante.
—¡No! —Reí— ¡no pienses eso! No pasará nada —dije confiada.
—Y tú no digas que no pasará —Belén me interrumpió.
    Me quedé en silencio. 
    Jamás me había puesto a pensar en… en todo esto. Con Andrés estoy bien así, no sé porque a todos les da con que haremos cosas… haremos eso. ¡Hasta vergüenza me da pensarlo! Tampoco es que Andrés me quiera sólo para costarse conmigo… no, eso nunca.


Narración: Grace.
    ¿Y si les cuento? No creo que me juzguen. Son mis amigas. Uh.
    No creo que este mal sentirse así, o sea, Claudia también empieza a sentir cierto ¿deseo? Por Andrés y… bueno… ¿Es normal, no? Pero me da vergüenza contarlo. No es que me haya acostado con Emilio,  pero las cosas entre nosotros también habían estado cambiando. Con diecisiete años no eres una niñita, pero tampoco tan grande como para… ¿o sí? Suspiré. En algún momento tendría que hablar con ellas, y contarles todo lo que está pasando… Algún consejo podré tener, y espero que de verdad me ayuden.


Narración: Belén.
—¡Javier! —Reí fuerte— ¡Claro que no!
—Yo sólo decía, fea —me sacó la lengua.
—Ya, pero hablando en serio —lo miré— ¿No piensas decirle nada?
—Para que —se encogió de hombros— Claudia insiste en que haga cosas para estar con ella, y lo intento, pero si tiene novio tampoco quiero que terminen si se quieren.
—Eres demasiado bueno, a veces las cosas no son como uno quiere y hay que luchar para las sean, ese es tú caso.
—Es complicado…
—Pero ya sabes que puedes hacer algo que la volverá loca.
    Me miró sin entender nada.
—Cantarle, obvio.
    ¿Por qué le era tan difícil decirle todo a Gaby? No hay nada más sexy que un hombre con los pantalones bien puestos que luche por lo que quiere. ¡Y ellos son tan para cual! Ash. Era tan frustrante ver como actuaban entre ellos y ninguno era consciente de la forma en que se miraban, de la forma en que se hablaban, pero bueno, uno tampoco puede influir mucho. Yo ya hice mi parte, al decirle a que Javier siente algo por ella, desde ahora comenzará a cuestionarse como es con Javier y ¿Quién sabe? A lo mejor hay una nueva pareja y, bueno… un corazón roto.


Narración: Claudia.
—Bien. Nos vemos entonces a las cuatro en el centro comercial.
—A las cuatro estaremos —contestaron a coro.
    Un beso a las chicas y corrí hasta alcanzar a Javier.
—Tengo algo que puede ayudarte.
—¡Claudia! —Me sonrió— ¿Me vienes a hacer compañía hasta mi casa?
—Ajá, ya que tu amigo te cambió por su novia —reí ante su mueca de disgusto— en verdad quiero ofrecerte algo.
—Soy todo oído.
—Bien… primero: ¿Serías capaz de hacer algo por tu enamorada?
    Me miró extrañado.
—Están organizando un acto en la escuela en la cual será como un programa de busca talentos y esas cosas, entonces a mí se me ocurrió que…
—¡No, Claudia! —Negó rotundamente— No voy a participar en eso.
—¡Anda! —Lo tomé del brazo— Es la oportunidad perfecta ¿No crees? Tú con tu guitarra, delante de toda la escuela declarándole tu amor.
—Sabes que no me gusta cantar en público.
—¡Pero es por ella! Y además lo haces bien —Exclamé— Gaby nos estuvo hablando de que se enteró que tocabas guitarra y que no le habías cantado… ¿Ves? Ella quiere que lo hagas.
—Claudia… —me miró afligido.
—Es tu decisión, Javier. Pero vas a tener que preguntarte si de verdad quieres jugártela por ella.
    Me despedí de él y proseguí con mi camino. Yo ya lo he estado ayudando mucho para que a todo lo que le ofrezca diga que no.


Narración: Grace
—… aunque yo creo que mejor deberían hacer… —le decía a Emilio mientras caminaba de un lado para otro en mi pieza— otra cosa. O incluso hablar con el profesor y ver si pue…
—Te quiero —me interrumpió.
    Me detuve y le sonreí con ganas.
    Amaba los momentos en que Emilio me interrumpía con estas frases sin previo aviso. Me encantaba. Me acerqué hasta mi cama, en donde estaba acostado, para darle un beso. Sabía que me tomaría de la mano y me tiraría arriba de la cama, así que fui más rápida y lo esquivé.
—¡Ja! —Reí— Te gané.
—Anda, ven —tocó la cama— sólo un ratito.
—Es que está mi mamá por acá, no puedo.
    Como si ella nos estuviera escuchando, nos llegó un grito desde abajo que precisamente no era lo que yo esperaba.
—¡Grace, voy a salir unos minutos! ¡Tengan cuidado y no le abran la puerta a nadie! ¡Nos vemos, chicos!
    ¿Cómo no podía entender que ya era lo bastante grande para abrir la puerta? Para ella todavía soy su nena de diez años. Y… ¿Cómo me dejaba sola con un chico? Eso no es propio de ella…
—Ves, tu madre está a favor de nosotros —dijo divertido Emilio.
    Se paró de la cama y se acercó pero salí corriendo por mi pieza. Últimamente o corría de él o me acercaba demasiado. De  pie en mi cama, le lancé las almohadas a su cara ¡Que entretenido era esto! Pero, como siempre, llegó, me tumbó y terminó besándome como solo él sabía hacerlo.
—Me encantas —me dio un beso esquimal.
—Me fascinas —contraataqué sonriendo.
    Y era aquí donde las cosas se descontrolaban un poco. Era una mirada a los ojos, y el deseo era latente en ambos. Agarró mi rostro entre sus manos y volvió a besarme. Nunca había estado con un chico, como lo estaba ahora con Emilio. Nada tan serio, por lo que tampoco sabía mi reacción antes ciertas cosas, como esta. Mis manos rápidamente intentaron buscar la parte baja de su polera. No sabía bien lo que pasaba. El beso cada vez se había más cálido, Emilio era delicado en cada caricia que me daba, pero al parecer estas cosas también se le escapaban de las manos. No demoré mucho en quitarle la polera y sentir su abdomen más cerca del mío. Ahora eran sus manos las que buscaban mi polera, y cada vez que sus dedos rozaban mi abdomen sentía un cosquilleo electrizante. Me alejé un poco para levantar los brazos y dejar que la polera desapareciera. Más besos y caricias. Pero ese era el punto final. Lentamente nos fuimos calmando, nuestras respiraciones que estaban bastante agitadas, intentaron recuperar su forma natural mientras ambos nos mirábamos a los ojos recostados en mi cama.
—¿Estás bien? —me preguntó.
    Yo sólo asentí. No sabía porque pero siempre terminaba con ganas de llorar. Era tercera vez que esta situación se repetía y era lo que tanto temía contarles a las chicas.
—Dime algo, Grace.
    No sabía que decir. No tenía pena. No tenía miedo. ¿Entonces? Pero luego, parecía como si el sol hubiera salido y una sonrisa inundaba mi cara.
—No sé que me pasa, Emilio —admití— Todo esto es… no sé.
—Lo siento si te hice sentir mal —me acarició la mejilla.
—Todo lo contrario —le di un besito— esto es… extrañamente lindo.
—Tú eres linda.
    Sentía que mis emociones se escapaban de mis manos, pero finalmente la tranquilidad y felicidad siempre llegaban. Dos emociones que con Emilio acostumbraba a sentir


Narración: Claudia.
—Dijimos a las cuatro —dije apestada— ¿Por qué Grace se ha demorado?
—Ni idea… No es de las que llega tarde —dijo pensativa— algo tuvo que haberle pasado.
    Esperamos quince minutos más y luego la vimos aparecer caminando apurada. Por lo menos era consciente de que estaba atrasada.
—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —Repetía una y otra vez— Se  me hizo tarde con…
—Sí, sí, con Emilio —la molestó Belén.
—Bueno, estamos todas aquí así que comencemos a ver que cosa nos llevamos hoy porque sinceramente una que otra polera no  me vendrá mal —dije feliz.
    Comenzamos por nuestras tiendas favoritas, a la segura ¿no? Belén se quejaba de que no encontraba algo por lo que se moriría por comprar, en cambio Grace se lo quería llevar todo. Ah.



—¿Crees que debería comprarme una así? —Grace salió del probador con una polera negra— creo que no es mi estilo.
—Y concuerdo con eso —reí— mejor ponte esa amarilla.
    Volvió a entrar, para luego salir con la otra.
—¡Esa sí! —Aplaudí— creo que para ti sólo te vienen esos colores muy alegres y vivos y…
—Estilo Grace —Belén apareció— yo no he encontrado nada aquí.
—Entonces déjame cambiarme y nos vamos.
—Te esperamos afuera…
    Salimos de la tiendo y nos sentamos en una banca del pasillo a esperar a la pelirroja.
—¿Has hablado con tu papá? —me preguntó Belén.
—Ni una sólo palabra —suspiré afligida— no me habla, no me mira ¡hace como si no existiera! Está actuando como un niño.
—¿Y tú mamá?
—Mi mamá es la que está al centro de todo eso. No me apoya, pero tampoco apoya a mi padre… y encuentra feo lo que hizo Max.
—Es que de verdad se pasó tu hermano —dijo enojada— Todavía no puedo creer que te haya delatado.
—Por eso no le hablo. O bueno, lo he hecho un par de veces pero soy cortante con él.
—Tienes que serlo, es un cretino.
—¡Listo! —Grace apareció— ¿A que tienda nos vamos ahora?
    Recorrimos unas cuantas tiendas más hasta que Belén encontrara algo que comprarse y lograra irse feliz. Decidimos pasar a tomar un café antes de irnos. La conversación iba de temas triviales, nada de chicos ni de padres actuando como chicos, cuando la vi.
—¿Tiene que ser una broma? —me levanté de la silla.
—¿Qué pasa, Claudia? —preguntó Grace.
—¡Es la novia de mi hermano! —Tomé mi bolsa y salí del local.
—¡Espera!
    No puede ser. No puede ser. Esa no puede ser Daniela.
—¿¡Cuál es!? —me preguntó Belén luego de llegar a mi lado.
—Esa de ahí —se la apunté disimuladamente.
—No puede ser ella —Grace me miró con el ceño fruncido— si está…
—Esta con otro chico —terminé su frase.
    Daniela caminaba de la mano con un chico. Esto tenía que ser un malentendido. Ella no podía estar haciéndole esto a mi hermano. Perdimos de vista a la pareja luego que doblaran en una esquina.
—¡Ven! —Belén nos tomó de la mano— Vamos a averiguar que pasa.
    Los seguimos cuidadosamente, si ella me veía de seguro iba a actuar de otra forma con ese chico que tenía al lado, así yo no tendría nada que contarle a Max. Sabía que algo estaba pasando entre ellos, mi hermano no podía ser el único que pusiera problemas… ella tenía otro.
—Tendré que decirle a Max —dije triste— lo va a destrozar.
—Pero es mejor eso a que siga engañado por esta tonta —dijo Belén— ¿Quieres encararla? ¡Será divertido!
—¡Belén! —la regañó Grace— No. No nos metamos nosotras en este lío.
—Pero es que quiero verle la cara a es… ¡Mira! ¡Dios, lo está besando!
    Todo confirmado. Daniela le estaba siendo infiel a mi hermano y yo ya lo había comprobado. Que se espere cuando Max se enteré y la deja botada. ¡Maldita zorra!
—¡Claudia, saca tú celular! —Belén metió la mano a mi bolsillo.
—¿Para qué? —intenté quitárselo.
—Déjame tomarle una foto —apuntó hacía la pareja besándose— para restregársela en su cara después —rió.
    Esto no iba a quedarse así no más. Saqué el celular de las manos de Belén y caminé hacia Daniela. No iba a hacer un escándalo, pero quería que supiera que su jueguito ya se había acabado.
—¡Daniela! —Exclamé feliz— Que alegría encontrarte por acá.
    Dio un saltó cuando me paré a su lado, y luego sus ojos casi se salieron de su cara. De seguro no podía creer esto.
—Hubiéramos conversado un rato… ¿y este chico? —me giré hacia él— que pena no tener tiempo para conocerte. Espero que la sigan pasando bien, nos vemos linda —me despedí con la mano y me giré, pero luego de dar dos pasos le dije— mándale saludos a Max.
    ¡Bam! Maldita zorra, ya verás como tu jueguito se cae a pedazos.
—Y ¿Qué le dijiste? —me preguntaron cuando llegué donde las chicas.
—Nada en especial. Era sólo para dejarle claro que está muerta.
    Después de todo ese show nos fuimos cada una a su casa. Habíamos terminado más cansada de lo que esperábamos así que nos merecíamos una buena dormilona para mañana no llegar como zombis a clases.
—Hola, mamá.
—Hola, ¿Cómo les fue?
—Bien, me compré un par de cosas —sonreí— Oye… ¿podrías llamar a Max y decirle que venga a la casa?
—¿Por qué no lo haces tú? —me miró extrañada.
—Porque puede que no venga… ya sabes, con todo lo que pasó. Es importante.
—Está bien…
    Subí a mi pieza a dejar las bolsas y tener preparado lo que le diría a mi hermano. Esa maldita no se saldría con la suya. ¿¡Como pudo hacerle eso a Max!? Y Max… siendo mi hermano me traicionó y ahora yo soy la que lo va a ayudar. Pero es lo que tengo que hacer. No puedo quedarme callada con esto, no puedo ver como sufre por esa tonta si ella está muy bien con otro.


Narración: Belén.
—Uh —me tiré a mi cama— Que horrible es ir de compras.
—Si, por eso volviste con bolsas ¿no? —reía Gaby.
—¿Qué has hecho en la tarde? —pregunté mientras me quitaba los zapatos y buscaba algo más cómodo que ponerme.
—Uh. Aquí buscando la información para el trabajo con Javier.
—Uuy, Javier —la molesté— Y ¿le preguntaste si era verdad lo que te dije? Si te quería.
—No me quiere, Belén —se notaba en su voz que ya no estaba tan segura— son ideas tuyas.
—Y de Claudia, y de Grace y Emilio ¡y todo el mundo! —reí.
—¡Ya, déjame! —Me lanzó una almohada— Entraré a bañarme así que estas a cargo de la casa por una media hora.
    Entró con sus cosas al baño y yo me cambié: me saqué los pantalones y me puse uno de mis polerones largos que tanto amaba. Le quité las etiquetas a las cosas que había comprado y lo guardé. Bajé a buscar algo para comer cuando, tocaron la puerta.
—Claro, ahora que Gaby entra al baño llega —suspire rendida.
    Ella debería considerar la opción de darle una llave a su novio si viene tantas veces. Me acerqué a la puerta y la abrí con la mejor de mis sonrisas… sarcásticas.
—¡Hola, querido Alex!
—¡Hola, estimada Belén! —Él también fue sarcástico— ¿Cómo has estado?
—De maravilla —sonreí— ¿Y que tal tú?
—Perfecto —me sonrió con agrado— ¿Puedo pasar?
—Ya es tu casa ¿no? —reí.
    Lo dejé entrar y le ofrecí acompañarme a la cocina mientras esperábamos a Gaby.
—Tú sí que comes —comentó riendo ante todo lo que tenía encima.
—Tengo hambre, y si tengo hambre me alimento —respondí.
    Fui a sacar un plato desde el mueble y cuando me giré noté, claramente los ojos de Alex mirando mis piernas. Pervertido.
—Y bien —comencé— ¿Cómo te fue con las fotos? ¿No me darás créditos ni nada?
—Tendría que hacerte un monumento —exageró— me felicitaron demasiado por ellas y…
—¿Qué pasó? —lo miré preocupada.
—Me pidieron que sacara otras —hizo una mueca.
    ¿Otras? Eso no puede ser… Entonces tendríamos que juntarnos de nuevo, ¡pero no! ¿Otra vez?...  Al diablo.
—Sabes que esto te costará algo ¿no? —tomé un sorbo de mi juego recién servido.
—¿Estas dispuesta a ayudarme? —preguntó sorprendido.
—Puede ser… —admití sorprendida también.
    Alex comenzó a contarme de que se trataba todo este rollo de las fotos, que algunas entraron a un concurso, pero él no porque sabía que a mí me molestaría. Bastante considerado. Me explicó cual era la otra idea de la siguientes fotos así que nos faltaba ponernos de acuerdo cuando.
—Yo creo que puedo todos los días —me encogí de hombros— aunque mejor me avisas con tiempo porque siempre ocurren planes a última hora.
—Está bien.
    Tomé mi plato ya vacío de comida y me dirigí al fregadero. Claramente podía sentir los ojos de Alex en mí, por una extraña razón me ponía nerviosa. Casi se  me cayó el vaso cuando pensaba en eso. Mierda. Me giré de nuevo y otra vez lo sorprendí observando mis piernas. Realmente halagador ¿no?
—Disimula ¿sí? —Le sonreí— Porque en cada momento que miras mis piernas me doy cuenta —le guiñé un ojo.
    Su cara rápidamente se puso roja y esquivó mi mirada. Reí. Eso lo hacía verse realmente tierno. Reí con más ganas.
—Ya, relájate hombre —le palmeé el hombro cuando pasé a su lado— eres hombre, es obvio que miras… —pasé de largo hacía él, me devolví y desde atrás le susurré al oído— pero no deberías verle las piernas a la hermana de tu novia ¿no crees?
    Belén: 1 ;  Alex: 0.
    Ahogue otra risa antes de subir a la pieza para decirle a Gaby que se apurara.

Narración: Claudia.
—Tengo que hablar contigo —subí a mi pieza.
    Max se demoró unos minutos en subir, pero lo hizo. Bien, era el momento perfecto para soltarle lo de su novia. Él me había traicionado pero yo no podía. No podía ver como esa zorra lo había engañado.
—Tengo que contarte algo —empecé.
—Si es algo de tu noviecito mej…
—Cállate ¿sí? —Lo detuve. No puedo creer que siga con lo de Andrés— Esta vez se trata de tu noviecita que tanto defiendes.
    Su expresión se endureció.
—¿Qué pasa con ella?
—El otro día la vi en el centro comercial… con otro.
    Max no se inmutó. No hizo nada.
—Estaba con las chicas y la encontramos caminando de la mano y besándose con otro tipo, Max —lo miré fijamente— te ha estado engañando.
—¿Crees que te voy a creer todo eso? —preguntó incrédulo.
—¿Perdón? —pestañeé atónita.
—Claudia, es obvio que esto lo estás haciendo porque te molestó que te haya delatado con nuestros padres pero n…
—A ver, detente ahí  —dije firme— esto no tiene que ver nada conmigo. Es tu novia y ese otro imbécil. Max, despierta, Daniela te engaña.
—No te creo… —caminó hacia a un lado de mi pieza— Ella ya me advirtió… me llamó llorando y… me dijo que se habían visto y que tú me vendrías con esta palabrería… —negaba una y otra vez con la cabeza—  me explicó que ese chico era su hermano —me miró con tristeza— No puedo creer que estés inventando todo esto, Claudia.
—¡Yo no estoy inventado nada! —Dije histérica— ¡Yo digo la verdad, Max! ¡Es ella la que te está mintiendo y la que te miente con ese otro!
—Claudia, ya para. No te funcionó así que mejor deja todo esta acá ¿sí?
—Max… —mi voz se quebró— ¿le estás creyendo a ella? Max… soy tu hermana por el amor de Dios, te estoy diciendo la verdad… ¡ella no!
—Déjalo, Claudia.
    Abrió la puerta y se fue sin creerme.
    Me senté en mi cama y lloré. No podía creer todo esto. No podía ser cierto que esa maldita le haya cambiado toda la versión a Max y que ahora yo quede como la mentirosa ¡maldita zorra! ¿Cómo pudo pensar que yo le mentiría? Por más que me haya delatado y no apoye lo que tengo con Andrés no podría mentirle con algo así… Mamá subió un par de veces a preguntar que me pasaba, pero no respondí. Este problema era mío y de mi hermano, mis padres ya no tenían que meterse en más cosas.
   Cuando sentí que Max se había ido de la casa, le mandé la prueba que tenía. Gracias a Belén tenía esa foto que se le había ocurrido tomarle a la parejita ¿Qué diría ella ahora después de enterarse que hay una foto? Espero que no le venga a decir que es un montaje porque ahí sí que le parto la cara. La verdad es que ya era bastante tarde para mostrársela, el hecho de que le haya creído a ella y no a mí era lo peor, pero tenía que decirle la verdad… aún así después de todo lo que él me había hecho a mí.
—Y saber que te decía la verdad… —escribí en un mensaje y le mandé la foto.

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¡Tarán!
Y ese fue le capítulo de este fin de semana :D
Vieron a Grace o.O'
Se supone que era la chica tímida, calladita... pero con su Emilio ya pasan cosas :$ asjaksj!  Así cambiaba un poco lo obvio y no la ponía como la chica que no se atrevería a estar más allá con su chico ;)
Alex asjaksjak! :D pervertido :O
mirandole las piernas a Belén xD Me encantó esa frase que le escribí al final, cuando Belén le dice que no debería estan haciendo eso :$ algo juguetona... muy estilo Belén. 
Bueno y lo otro se explica por si solo :)

Ahora quiero recomendar unos blogs *-*
Sí! hace mucho que no lo hacía :O
El primero es de Dayaaani
Es su primera historia así que ¡apoyemosla chicas! :)
Demosle el apoyo que todas necesitamos al inicio de esto *-*
Heermosa :) Gracias por nombrarme como tu madrina :')
Voy a llorar... C: Te ayudaré en todo, ya lo sabes :3
Su blog:

Y este otro es de mi querida Virialt
Si no la conocen, no saben lo que se pierden :O
¡Esta chica escribe de maravilla!
Ha tenido unos escritos hermosos y ahora empezó con una novela que se ve de lo mejor
Con muucho misterio y amor *-*
Vamos síganla! :)
Su blog:


Apoyemos a estas dos nennas ¿si? 
Por le menos échenle un vistazo a sus blogs :)
Todos necesitamos ayuda cuando empezamos en esto, yo la necesite muucho!
Así que ahora es momento de ayudar a los demás :3

Creo que eso sería por hoy ^^
Espero que hayan disfrutado el cap :o
Y ya nos veremos el proximo fin de semana con más sorpresas :)

UN ABRAZOO! 

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Adolescente con muchos sueños en camino a cumplirlos. Soñadora empedernida que intenta vivir la realidad...