jueves, 28 de julio de 2011

¿ Casting ?

   Hola mis lindas chicas :)
 Bueno esta entrada no es un capitulo D: jajaja .. En unos capitulos anteriores varias comentaron que les gustaría que buscara fotos o una imagen para que pudieran visualizar mejor a los personajes. Bueno yo también lo estuve pensando anteriormente y por eso les quiero preguntar si les gusta la idea. 
¿Les gustaría que organizara un casting con los mejores actores, famosos, etc. para que cumplan algún rol de la novela?  jajajajaa :) Dejen su comentario y si tienen alguna sugerencia en algún personaje...
          Esto lo haré si a ustedes lo prefieren así :)
   ¡Muchas gracias por darse el tiempo de leer cada entrada que hago!  Las quiero 

miércoles, 27 de julio de 2011

Capitulo 8: Fiesta

Fiesta
Narración: Claudia.
—Claudia —me dijo Max el jueves por la tarde mientras estábamos en mi pieza— sabes que como papá y mamá se van mañana en la mañana de viaje tenía una linda idea de…
—Hacer una fiesta —sonreí
—Así es  —aplaudió— ¿te parece?
—Mmm.... ¿vendrán el par de gays de tus amigos y la Fernanda? —pregunté.
—Sabes que sí
—Entonces manos a la obra.
    La verdad es que conocía a todos los amigos de mi hermano, y no tenía problema en que fueran más grandes, en verdad era lo mejor. Tengo que reconocer que una vez estuve enamorada de uno de sus amigos pero era normal, ¿no? Pero bueno todo eso pasó y puede ser amiga de todo ellos.
—Ya entonces, ¿será el sábado? —preguntó mientras lo despedía en la puerta.
—Así es —le dije— y cuidado de traer a tantas personas.
—Si lo sé, traeré sólo a los de siempre —me dijo tranquilo.
—Ah… entonces como a 100…
—Ya lo siento, esta vez serán menos.
—Okay —le di un beso.
    Me despedí de él, fui donde mis padres a cerciorarme de que no sospecharan nada ya que la última vez que hicimos una fiesta a sus espaldas nos llevamos una buena regañada, pero al parecer esta vez, todo iba sobre ruedas.
    Me acosté en mi cama y tomé el celular para mandar un mensaje: ¡Chicas fiesta el sábado en mi casa con los universitarios!

—¿Cómo que no podrán ir? —pregunté a la mañana siguiente.
—Lo siento Claudia, pero ya sabes que mi mamá se enojó bastante cuando se enteró de la fiesta anterior —dijo Belén.
—Y a mí lo dudo que me dejen, ya sabes como es mi mamá, y también menos por la fiesta de la otra vez.
—Bueno, las invitaré para otro momento. Por lo que tendré que, obligada,  atender a todos mis universitarios solita —fingí pena.
    Belén y Grace me miraron incrédulas y luego nos lanzamos a reír como enfermas. La verdad ni yo me creía lo que acababa de decir.
    Los pocos días volaron ante mis ojos. No me di ni cuenta y ya era sábado en la tarde.
—Max… —dije un poco enojada— trajiste demasiado alcohol.
—Mentira, bueno ya un poco, pero si sabes que los demás igual toman— puso cara de perrito.
—Bueno pero no prestare mi baño para que invoquen Guajardo* (Modismo de mi país, Chile. Dícese de la acción de vomitar, derivada del ruido que se genera al vomitar… jajaa xD)
—Jajajajajajajaja, está bien —rió.
    Comenzamos a ordenar las cosas, llevar las sillas y mesas al patio. Tiramos globos a la piscina para ver si así podíamos impedir que se tiraran a ella como paso la otra vez. Luego subí a cambiarme de ropa, había que ponerse estupenda y acorde a la ocasión.
    Cuando ya eran las ocho de la noche, Max se estaba duchando y bañando en mi pieza mientras yo ajustaba detalles con la música, tocaron la puerta.
—Claudia —gritó Max— abre deben ser Mauricio y Antonio.
—Yo le abriré a los gays —dije mientras corría a la puerta. De verdad me moría por verlos a ellos.
—Hola par de… —dije mientras la abría— ¿¡PROFE!?
¿¡WTF!? Alguien me puede explicar que está haciendo el alumno en práctica de mi colegio en la puerta de mi casa y con unas latas de cerveza y vestido… oh ¡Como iba vestido!
—¿Señorita Díaz? —preguntó con una sonrisa en la cara.
—Okay esto es muy extraño —dije riendo incomoda.
—¡Hola Andrés! —Max apareció detrás de mí —Que bueno que viniste —lo entró a la casa mientras yo cerraba la puerta.
—Gracias por invitarme —dijo él.
—¿Alguien me puede explicar qué pasa? ¿Se conocen? —pregunte todavía perpleja.
—Sí —dijo Max— vamos a la misma universidad.
    No. Lo. Puedo. Creer.
—¡Mentira! —Reí— El mundo es DEMASIADO chico.
—Coincido contigo— agregó Andrés.
—¿Porqué? —pregunto Max confundido.
—Porque es mi profesor de educación física —respondí.
—No —exclamó y luego rompió a risotadas— Pequeño el mundo. Ya bueno pero comencemos a abrir las cosas que los demás están por llegar.
    Creo que estuve por lo menos unos minutos en shock. Esto era extraño, claro sólo al principio, luego ya fue “normal” entre comillas porque igual es shockeante ver a un profesor tuyo, en una fiesta en tu casa, ¿no?
    Estaba en la cocina sacando los vasos cuando Andrés entro en ella.
—¿Cómo esta señorita Díaz? —me preguntó
—No, por favor dime Claudia —pedí.
   Si íbamos a estar en una fiesta no podía llamarme así.
—¿Como estas Claudia? —sonrió.
—Muy bien y ust…
Sonó el timbre.
—Espera un segundo.
    Fui hacia la puerta, y esta vez si eran los gays. Los gays son los mejores amigos de mi hermano: Mauricio y Antonio. Se conocen desde toda lo vida por lo que yo también a ellos, he incluso siempre bromean con que me tuvieron que cambiar los pañales y cosas por el estilo. De Antonio yo estuve enamora un par de años atrás, pero me di cuenta que sólo era una especio de idolatría hacia él, algo estúpido. La verdad es que tampoco son gays, pero como siempre los he visto juntos, en algún momento de mi vida me cuestione si lo eran o no.
—Chicos —grite y me abalance sobre Mauricio primero.
—Claudita —saludó mientras me abrazaba— que grande estás.
—Y que guapa —agregó Antonio dándome un beso en la frente.
—Gracias por el cumplido —sonreí— hace tiempo que no los veía…
—Sí, es verdad pero ya sabes esta cosa de universitarios —dijo Antonio con aire superior.
    Le di un codazo.
—Ay —se quejó.
—Ya entren.
    Los dos entraron y saludaron a Andrés que al parecer me había seguido cuando abrí la puerta.
—Qué bueno que viniste, bro’ —dijo Mauricio.
—Igual ustedes —sonrió.
—¿También se conocen? —los apunté.
—Sí claro, ¿por qué? —preguntó.
—Larga historia —suspiré.
—Soy su profesor —respondió él igualmente.
—Mentira —dijo Antonio— quien lo iba a pensar… el chico roba corazones de la universidad y la hermanita de nuestro mejor amigo se conocían.
—Quien lo diría… —afirmé.
¿Qué era eso de “roba corazones”? Parece que su apariencia cautivaba a toda una universidad.
    La gente ya comenzaba a llegar y la casa comenzó a llenarse. Estaba conversando con la mejor amiga de Max, Fernanda, y un par de chicas más cuando me llega un mensaje de Belén: Claudia si puedes ven a mi casa ahora, por favor.
—Max, creo que tendré que ir a la casa de Belén —dije.
—Es muy tarde para que te vengas sola después —dijo.
—Si es que quiere volver la voy a buscar yo —se ofreció… Andrés.
—No sé si me devuelva, ya sabes me puedo quedar a dormir allá —dije.
—Está bien, pero anda con cuidado y si te devuelves me avisas —me dio un beso.
—Muy bien… Pásenla bien chicos —dije mientras salía de la casa.
    Me fui a la casa de Belén caminado, solo quedaba a un par de cuadras. Toqué el timbre y fue ella la que me abrió.
—Mala cosa —dijo— Grace.
—No me digas que Emilio le hizo algo —dije ya enfurecida mientras subíamos las escaleras.
—No… murió su hámster —dijo tratando de ocultar la risa.
—Oye no te rías, sabías que ella lo amaba —dije.
    Rodeo los ojos y abrió la puerta de su pieza. Grace estaba hecha pedacitos, en verdad no era para tanto pero si estaba afectada. No paró de llorar en un tiempo un poco largo y lo único que decía era: “mi hámster, mi peludito hámster”.
—Gracias amigas —dijo cuando se hubo calmado— sé que es un poco tonto pero lo amaba.
—Si sabemos Grace, para eso estamos acá —la abracé.
—Oye tu Claudia… estas bien arreglada — Grace me miró de pies a cabeza.
—Sí ya sabes, estaba en la fiesta de mi hermano.
—¿Y como está? —preguntó Belén.
—Buena, pero no me van a creer quien está allá…
—¿Quién? —preguntó Grace entusiasmada.
—Andrés.
—¿Qué Andrés? —preguntó Belén.
—¡El profe de educación física!
—¿¡QUÉ!? —Gritó Belén— ¿estás de broma?
—Te juro que no, conoce a mi hermano.
—No me lo puedo creer… —dijo Grace.
—Ni yo… —coincidí.
—¿Entonces qué haces acá? —dijo Belén.
—A que te refieres, Grace está mal por su hámster había qu…
—Claudia por favor vuelve a la fiesta, ¡qué esperas! —dijo mientras me abría la puerta.
    Yo la miraba sin decir nada. ¿Qué le entro en la cabeza a esta?
—Vamos Claudia —dijo tomándome de la mano.
—¿Qué quieres que haga?
—Que vayas a la fiesta.
—¿Para?
—No sé, para que la pases bien, quien sabe lo que te puede esperar —se encogió de hombros.
—Es verdad —coincidió Grace— anda yo estoy bien.
—¿Segura? —pregunté.
—Sí claro anda, anda —me insistió ella también.
—Está bien, nos vemos después.
    Me despedí de ellas y volví a mi casa caminado. No me pasaría nada malo por estas calles así que no había porque llamar a Max.
    Entré a mi casa con las llaves que llevaba y volví al patio en donde estaban todos.
—Volvió la hermanita —dijo Mauricio pasándome el brazo por los hombros.
—Creo que sí —dije riéndome— ¿tú todavía estás sobrio?
—Claro que sí… pero no por mucho —me besó la frente y se marcho.
    Al llegar al patio pude ver que estaban todos bailando y la música a todo volumen. La fiesta ya había empezado.
     Fui a buscar un poco de bebida y me quede observando al gentío hasta que alguien me habló.
—¿Bailas conmigo? —me preguntó Andrés.
—Eh… profe —dije sonriendo.
    Esto sí que es raro…
—Anda, y por favor no me sigas llamando profesor porque acá no lo soy —me pidió
—Está bien Andrés —corregí.
—Entonces ¿aceptas bailar? —preguntó de nuevo.
—Mmm… okay vamos —dije tomándolo de la mano.
    No estaba haciendo nada malo… ¿o sí?
    Llegamos donde estaban todos y Antonio gritó por lo alto.
—Cuidadito Andresito que esa chiquilla tira fuego en la pista —dijo pícaramente.
—Ay, cállate —le dije golpeándolo.
—Si es verdad… o ¿acaso nos vas a negar a tooodos que bailas mal?
—Eso no lo puede negar —afirmó mi hermano orgulloso que bailaba con una chica.
—Ya está bien… —dije rindiéndome.
—Entonces comprobémoslo —Andrés me guiñó un ojo, me tomo de la mano y me acercó un poco más hacia él.

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Y ¿Que les pareció? :O :O     ¡Comenten please! Por ustedes sigo escribiendo :)

martes, 26 de julio de 2011

Capitulo 7: Una palabra: perfecto

Una palabra: perfecto
Narración: Grace
—¿Que fue ese comentario de Claudia? —me preguntó Emilio cuando salíamos del casino.
    ¡Uy! Siempre hablando demás. ¡Me las pagara!
—No tengo ni idea… tú sabes cómo es —sonreí.
—Jajaja.
—¡Rayos! Oye, sabes que tengo que terminar una tarea para el monstruo de historia, que no se lo entregue la clase pasada y si no se la doy ahora me mata… nos vemos después —me despedí con la mano y me fui corriendo a mi casillero.
    ¿Porque no la hice antes? porque, porque, ¡PORQUE! Estaba todo tan bien. Ya focus Grace, la tarea es lo de ahora luego te preocupas por Emilio… Ah… Emilio…
—Oye —gritó Emilio mientras también venía corriendo detrás de mí —¿y te importa si te acompaño mientras la haces? —preguntó sin aliento.
—Claro que no —sonreí, le tome la mano, aprovechándome de la ocasión, y corrimos a mi casillero.
    Bendita sea la tarea.
    Tome mis cuadernos y nos dirigimos a la biblioteca. Fue en ese momento que me di cuenta que todavía lo tenía de la mano. ¡Oh! Se la solté rápidamente fingiendo que me picaba el brazo.
—Eh… ya dame 5 minutos y estoy lista —le dije mientras nos sentábamos y comenzaba a leer la actividad.
—Tú concéntrate y yo te espero —me guiñó el ojo.
    ¡Me guiño el ojo! Ya concentración. Veamos que tenemos que hacer… realizar una síntesis del tema visto en clases… bla, bla… que fácil. Ya a comenzar.
    Estaba tan concentrada en la tarea que no me di cuenta que Emilio no me sacaba los ojos de encima. ¡Para ya! Tú concéntrate, como me podía decir eso si él esta mirándome así, un poco de comprensión por favor… ay no, mis mejillas se sonrojan, maldita sea.
—Para de mirarme así —fijé la vista en el cuaderno.
—¿Cómo? –preguntó confundido.
—No sé, como lo hacías antes. Ya no importa.
—Mmm…Maldita sea mi celular está sonando, voy a contestar y vuelvo —se paró y salió de la biblioteca.
    Listo, tengo unos segundo para concentrarme de verdad y terminar de una vez esta maldita tarea. Bien... veamos… Seguí escribiendo y arreglando unas partes que sonaban incoherentes, creo que está listo.
—¿Terminado? —peguntó Emilio de sorpresa en mi oído.
….
¡Grace respira! Me tuve que recordar a mí misma. Muy bien inhala, exhala, inhala, exhala un poco mas… Dios mío como lo pones a unos centímetros de mí, quieres que me lleven presa por ladrona, ¿eh? Porque robarle un beso no estaría nada mal. ¡Grace! Ya stop, tú no eres así.
—¿Y? —preguntó de nuevo Emilio.
—Eh… sí todo perfecto —sonreí— ¿Lo lees?
—Muy bien— dijo mientras todavía estaba a unos centímetros de mí.
    Sinceramente no puedo. Me tuve que alejar un poco mientras el leía a mi lado porque mi autocontrol se estaba sobrepasando un poco.
    Terminó de leer y me quedó mirando unos segundos y luego volvió la mirada al cuaderno y habló.
—Sabes creo que algo está mal.
—¿Qué? ¿Dónde? Dímelo —pregunte horrorizada.
—Está muy perfecto —sonrió ampliamente.
—Tonto, pensé que de verdad me había equivocado —le golpeé el hombro.
—Jajaja, caíste —me dio un beso en la mejilla— ¿vamos?
—Ok, vamos…
    Creo que esto es exceso de felicidad. En qué momento pasamos de hablar todos los días de Claudia y Javier a ser tan... amigos. La verdad es que siempre fuimos así, pero creo que el puedo saber que me gustaba y se alejo o… no sé que puedo haber pasado. Pensándolo bien, me da lo mismo la razón, esto está pasando ahora así que hay que disfrutar, no queda otra y… ¡me dio un beso en la mejilla! Por favor si esto es un sueño que alguien me despierte ahora ya.
—Grace, despierta —dijo una voz.
No… ¿Estaba soñando de verdad?
—¿Estás bien? —me preguntó Emilio a la salida de la biblioteca tomándome de los hombros.
—Sí no te preocupes, vamos a disfrutar lo que queda de recreo.
    Me equivoque. Todo estaba pasando de verdad y me estaba pasando a mí…
    Dejamos mis cuadernos y nos quedamos al lado del casillero conversando mientras esperábamos el timbre para entrar. Estábamos muy bien charlando de muchas cosas hasta que se nos aparece la personita a la que luego tendría que matar.
—Chicos, ¿donde andaban? —preguntó Claudia alzando las cejas.
—En la biblioteca —respondió Emilio.
—Ah, si… ¿Y qué hacían? —preguntó pícaramente.
—La tarea de historia, obvio —le dije.
—Verdad, no la he terminado pero…
—Anda a hacerla, no vaya a ser que al profesor le dé por castigarte —mentí un poquitito.
—Pero la puedo ha…
—Claudia ya sabes no “dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” —le sonreí y le dirigí una mirada que intentaba decir algo como: “Momento íntimo. Por favor ándate”
    Al parecer Claudia captó el mensaje y me devolvió la mirada. Se despidió con un tendré que ir a hacer la tarea, los veo luego y se dio vuelta rápidamente. Solo le sonreí a Emilio y continuamos conversando hasta que tocaran el timbre.
—Nos vemos luego ent… —empezaba a decir.
—Hola Emilio —gritó la amorosa de Antonia, una alumna del colegio.
—Hola.
—Oye, ¿te parece si nos vamos juntos luego del colegio? —preguntó entusiasmada.
—Eh… no lo sé… puede que… me venga a buscar… mi mamá.
—Pucha, bueno será para otra —se dio media vuelta y se fue.
    Luego de esta interrupción, Emilio me fue a dejar a la sala y en el camino no hablamos absolutamente nada.
    Esa niña me saca de quicio. Aparte de ser estupenda y mega reconocida en el colegio, solo le faltaba que se interesara en Emilio… ¿No podría haber sido otro? Mañana Emilio ya vendrá a contarme que se junto con Antonia y que salieron al cine y que luego la fue a dejar a su casa y al despedirse…
—¿Porqué te callaste? —interrumpió mis pensamientos cuando ya habíamos llegado a mi sala.
—¿Yo? Estás equivocado.
    Puso los ojos en blanco.
—Ya bueno, es que es Antonia. No me cae bien.
—¿Porque? —preguntó interesado.
—No sé, no la paso.
—Ya, pero debe haber alguna razón en especial.
—Bueno no sé… es que es tan estupenda, siempre anda a la moda y todos andan detrás de ella y ma…
    Emilio me miro desconcertado.
—¿Y?—preguntó.
—Ay no sé, pero es que puede conseguir a cualquier chico que le guste.
—¿Y tú no? —insistió.
    En ese momento apareció la profesora de historia que ya comenzaba a entrar a la sala.
—Señorita Grace, vaya terminando la conversación ya —dijo al pasar entre nosotros.
—Arg… tú no entiendes —me cruce de brazos.
—Estás tan equivocada Grace —dijo mirando al suelo.
—¿Que quieres decir?
—Tú eres linda, así tal cuál… —levantó la mirada así mi.
    Esperen… dijo ¿linda? ¡SI lo dijo! Ay por dios si tan solo pudiera leerle la mente para saber si lo está diciendo tan solo como un cumplido o si es verdad.
—Jeje —sonrisa estúpida— Gracias —dije sonrojada.
—No lo agradezcas —sonrió— ya creo que me tendré que ir —dijo mientras comenzaba a caminar hacia su sala.
—Que te vaya bien —dije mientras yo entraba a la mía.
    Emilio caminó a su sala, pero se detuvo.
—Sabes algo… Puede ser que hoy mi mamá no quiera venir a buscarme —me guiño un ojo y se dio vuelta.
……
Inhala, exhala… Muy bien, ¿eso qué quiso decir? Se quiere ir con Antonia o… ¿¡conmigo!?
—Señorita ¿va a entrar a clases o no? —dijo la profesora.
—Ah, sí —dije saliendo del trance, pero sin poder borrar la sonrisita que tenía en mi cara
    Entre lo más calmada qué, pero no pude evitar las miradas cargadas de preguntas de Claudia y Belén que me lanzaban desde sus puestos. Sólo les dedique una sonrisa, me senté y comencé a procesar todo lo que había pasado en este simple recreo… Suspiro.


Narración: Emilio
Perfecto.
Hermoso.
    Palabras que definen este recreo. Como es posible que en una hora, aproximadamente, se puedan sentir tantas emociones juntas. Creo que ya me estoy volviendo realmente loco… mentira lo estoy. Es que con Grace es todo tan diferente… tan…
—Oye tu —me llamó Javier del puesto de atrás.
—¿Si?
—¿Me vas a explicar de una vez que es lo que pasó?
—Ah…  —suspiré.
    Me quedo mirando como si tuviera 5 ojos.
—¿Qué? —pregunté.
—Tu realmente estas embobado por ella —afirmó.
    Asentí.
—Ya hombre pero explica que pasó —dijo ansioso.
    Le conté cada detalle del recreo. De cuando me tomo la mano, cuando hacía su tarea, cuando pensó que ella no era lo bastante guapa… que estupidez. Le conté absolutamente todo, incluso lo de mi “intento de seducir” cuando ya me despedía de ella.
—Te las mandaste Emilio —dijo como si fuera mi padre.
—¿Tú crees?
—Sí hombre, o sea mira todas las cosas que le dijiste. Si yo fuera mujer me hubiera enamorado completamente de ti —afirmó con la cabeza.
—Eh… hare como si ese comentario me hubiera gustado —lo mire horrorizado— Ya pero tú crees que lo haya pasado bien o no sé si de verdad tengo alguna posibilidad con ella…
—Claramente que sí.
—Es que todo es tan diferente con ella, no sé si le gustara que la abrace o que no sé le tome la mano… no es lo mismo que estar con ella o con las otras chicas, con ellas no me pongo tan nervioso…
—Emilio, vas bien con ella, solo cálmate  y veras como todo mejora —me sonrió.
    Suspiré. Había partido con el pie derecho, eso era bueno.
    Ahora quedaba sólo esperar que pasara esta última clase y que llegara la hora de la salida para irme a mi casa… con Grace, claro si es que acepta…
You make me dance like a fool forget how to breath…
Oh, you make me smile…
Esa canción… lo decía absolutamente todo. Smile.




Narración: Claudia
    Estábamos terminando nuestra última clase. Tocaron el timbre, mire a Belén y nos dirigimos rápidamente hacia Grace.
—Te lo traías guardadito —dijo entre risitas Belén.
    Grace se sonrojó.
—Grace… sabes que somos tus amigas y que nos importa que está pasando — dije para calmarla
—Es verdad —prosiguió Belén— queremos ayudarte, aconsejarte…
—¿Te gusta Emilio? —pregunté.
    Ella nos miro y afirmó con la cabeza.
—Parece que caí nuevamente.
—Lo sabía —sonreí.
—¿Nos vas a contar lo que pasó? —preguntó Belén.
—De verdad chicas les contaría absolutamente todo —dijo al fin— pero creo que me iré con él, o sea supongo… en verdad no sé —agachó la cabeza
—¿Enserio? —gritó entusiasmada Belén.
—Sí, lo que pasa es que cuando  nos despedimos antes de entrar a clases nos topamos con la bonita de Antonia y ella le dijo que se fueran juntos, pero él le dijo que su mamá lo vendría a buscar y luego cuando se iba a despedir de mi me dijo Puede ser que hoy mi mamá no quiera venir a buscarme… ¿Qué querrá decir eso?
    Yo miré a Belén y las dos sonreíamos ampliamente.
—Se muere por irse contigo —le dije— Ya anda corre. Toma tus cosas y sal —le dije mientras metía sus cuadernos en la mochila.
—¿Están seguras? —nos preguntó.
—Sí mujer —le dijo Belén— anda, ve con él y luego nos llamas o nos cuentas mañana todo con detalle.
    Grace tomó sus cosas, nos besó y dio las gracias por todo.
—Ah… —suspiró Belén— nuestra niña está creciendo…
—Así es —dije fingiendo que  me limpiaba una lágrima.
    Tomamos nuestras cosas y cada una se fue a su casa. Creo que mañana sabremos varias cositas interesantes, eh?


—Para mí que ese chico te quiere —afirmó Belén al día siguiente luego que Grace estuviera todo el recreo del almuerzo contando lo que había pasado con Emilio: que resumido eran piropos que él le dijo todo el camino hacia la casa de ella, que le gustaría ir al cine pero no sabía con quien a lo que Grace fingió no entender jajaja, y muchas otras cosas.
—Es verdad Grace, o sea no estoy cien por ciento segura, pero algo le pasa contigo y a ti con él —le sonreí.
—Ah… es que es tan lindo —dijo ella mirando a la nada.
—Y mira, hablando de tu principito —dije mientras Emilio entraba con Javier al casino y se dirigían hacia nosotras.
—¡AH! Viene ¿qué hago, que hago? —dijo Grace poniéndose histérica.
—Grace —le dije mientras la calmaba —¡GRACE!
—Ay, porque me pegaste —dijo sobándose la mejilla.
—Lo siento, es que cálmate mujer.
—Grace, haz lo que siempre haces con el… sé normal, nada más. Ya ahí viene
    Javier ya se estaba sentando pero  Emilio seguía de pie.
—Hola lindas —dijo Javier.
—Hola Javier y Emilio —dijimos Belén y yo.
    Al mirar a Emilio me di cuenta que estaba dudando si se sentaba al lado de Javier o de Grace por lo que le lancé una mirada a Belén para que se alejara un poco de ella y nos pusiéramos a conversar con Javier.
—Oye Javier sabes si…. —comencé a decir.
—A los perros le salen piojos aparte de garrapatas —agregó Belén.
    Yo la mire tratando de decir ¡WTF! Y luego exploté en risas al igual que Javier.
—Chicas, ya entendí lo que querían hacer —sonrió mientras miraba hacia al frente.
    Nosotras dirigimos la mirada y observamos como Emilio saludaba a Grace y ésta le sonería ampliamente. Realmente son un amor estos tortolitos.
—Son tan tiernos… —dije.
—¿Quiénes? —preguntó una voz detrás de nosotros.
—Andrés —dijo Javier dándole la mano al profesor.
—Hola profe —saludé.
—Parece que será rutina que lo veamos por acá —dijo Belén.
—Puede ser —dijo frotándose el mentón —Jajaja si creo que sí.
    Fue lo único que pudimos hablar con él porque lo llamaban por altoparlante y se tuvo que devolver.
—Parece que ya no suspiras por él  —dijo Belén riéndose.
—No tonta, ya sabes que es normal que me haya vuelto un poco loca por él pero ya pasó, ya me di cuenta de que es inalcanzable —sonreí.
—¿Te gustaba el profesor? —preguntó Javier entre risas.
    Lo golpee en el brazo
—Claudita yo que tú no diría eso todavía —dijo Belén.
    Quien iba a pensar que Belén podría tener un poquito de razón.


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Creo que este cap fue más tierno ¿Qué creen ustedes? Jajaa :D ¡Amo esa canción que puse!
Muchas gracias a Mas allá de tus ojos por haber leído toda la nove y comentado en cada cap ¡te pasaste niña! Jajaja gracias… y a Mitchie también por haberla leído :)  Gracias chicas.
Eh... tengo el capitulo siguiente listo ya para publicarlo así que comenten arto porque esta para morirse :O jajajaa, o eso creo yo xD
Bueno saludos a todas y cada una de ustedes... 

domingo, 24 de julio de 2011

Capitulo 6: Es oficial.

Es oficial
Narración: Emilio.
—Javier ¿cuánto queda para el recreo? —le pregunté.
—Emilio ¡ya! —Me golpeo la cabeza— cálmate, solo vamos a almorzar con ellas.
—Si lo sé, pero es que… tú no entiendes… Grace… —creo que estoy peor que mujer.
—Ya hermano relájate porque si ella nota que estas así la vas a asustar… Como lo estás haciendo conmigo.
—Ya comprendido —dejé de pensar en el almuerzo en los… diez minutos que faltaban para eso… ¡DIEZ MINUTOS! Emilio tranquilízate me dije a mí mismo.
    Me había podido concentrar en lo poco que quedaba de la clase hasta el toque de timbre. Mi muerte acaba de llegar.
—Ya vamos Emilio, corre —me dijo tomándome del brazo.
    Entramos al casino en donde todavía no llegaba nadie, tomamos nuestros almuerzos y fuimos a buscar una mesa para esperar a las chicas. Estaba tan fuera de mí que Javier tuvo, nuevamente, que gritarme para que reaccionara.
—Hombre despierta —gritó lo más fuerte que pudo para que nadie escuchara —ahí vienen —dijo parándose en la silla y moviendo la mano para que ella se dirigieran a nuestro lado.
    Ahí estaba. Con su pelo colorín, sus pecas que cubrían la parte superior de sus mejillas, sus ojos chispeantes y su sonrisa que era imborrable. No sé cómo pero todos los nervios desaparecieron en el segundo que la vi.
—Hola Emilio —me saludó con un beso en la mejilla.
De nuevo esa sensación de cosquilleo, ¿cómo lo hace…?


Narración: Grace.
—Hola Emilio— lo saludé “tranquila”.
—Hola Grace —me correspondió— ven siéntate acá.
    Le hice caso y me senté a su lado mientras Belén y Claudia conversaban con Javier y otros chicos que habían llegado a  la mesa. ¡Ugh! ¿Qué le digo?… ¿de qué le puedo hablar?… Aaah
—¿Y supongo que ya te enteraste de lo del viernes con el parcito? —de que otro tema le iba a preguntar si era de lo único que hablábamos desde hacer un par de días.
—Eh… —dijo un poco desconcertado— a sí, ya me contaron toda la película.
—Aaah…
—¿Y qué opinas al respecto de lo que pasó? —me preguntó.
—Eh... no sé a ver… Creo que esa arpía de Natalia siempre anda mentida en todas las cosas es como si tuv…
—Porque mejor no hablamos de otra cosa —me interrumpió bruscamente— o sea es que llevamos hablando de lo mismo hace tiempo y me aburrí un poco de eso… claro si tu quieres hablar de otro tema —me sonrió un poco incómodo.
—Jajaja, me parece estupendo —le sonreí.
    Este chico si sabía hacer lo correcto, por algo es de él, mi corazón… ¿CÓMO? ¿Por algo ES de él…? ¿Qué ando pensando ahora? ¡arg! al diablo con todo. Me declaro oficialmente enamorada de Emilio, otra vez.


Narración: Claudia.
—Ya voy a buscar mi almuerzo y vuelvo —les dije a los chicos.
—Yo te acompaño —me dijo Javier.
    Le sonreí. Nos dirigimos a tomar mi bandeja y a elegir cuál era el mejor  veneno que daban hoy día. Tomé lo primero que se me ocurrió y volvimos a sentarnos. Fue ahí cuando me di cuenta que Grace y Emilio estaba juntitos conversando. Mmm… esa chica tendrá un interrogatorio después.
—¿Tallarines? —preguntó Lucas, uno de los chicos que también había llegado a almorzar con nosotros.
—Sí, es lo más pasable que había —le lancé un tallarín.
—Cuidado —dijo riéndose.
—Lo siento —mostré mi mejor sonrisa.
    Comenzamos a almorzar mientras hablábamos de las diferentes cosas que se nos ocurrían, conté el infierno que tuve que pasar cuando llegué atrasada. Todos se rieron cuando el profesor quería echarme y no pudo. Y como conversábamos de profesores, claramente salió el tema.
—Chicos, supieron que llegó un profesor nuevo de educación física —comentó Belén mirándome de reojo.
—¿Enserio? —preguntó Lucas— ¿y qué pasó con el profe Fernando?
—O sea es que llegó un profe a hacer su práctica y también una profesora.
—Ah… y ¿cómo se llama? —preguntó Javier.
—Andrés —respondí.
—Sí y es súper simpático mira es como… —empezó a decir Belén— Mira ¡ahí esta!  —exclamó mientras se paraba y apuntaba a la entrada del casino.
    Y así era. Estaba entrando al casino con una joven alta y hermosa como de su edad, supongo que era la otra profesora en práctica. Al parecer escuchó el gritó que pegó Belén, la joven de su lado lo despidió con la mano y se dirigió a hacer la fila para el almuerzo.
—¿Javier? —preguntó el profesor.
—¿Andrés? —dijo Javier parándose.
—Jajaja, quien iba a pensar que nos íbamos a encontrar acá —sonrió Andrés.
    Se saludaron y se dieron un abrazo como buenos amigos. ¿Alguien me puede explicar que está pasando?
—¿Se conocen? —preguntó Belén.
—Así es, el es mi… —iba a decir Javier.
—Soy su profesor en las clases de fútbol.
—Ah… ¿qué chico es el mundo, no? —acotó Belén.
—Así es… —afirmé— Oye de verdad lamento lo de hoy, es que no soy muy buena en básquetbol… —de verdad me sentía pésimo. Profesor nuevo y ya tuvo un golpe de mi parte.
—Jajajajajaja, te dije que daba lo mismo —sonrió ampliamente.
—Puedo apostar a que te llegó un pelotazo de esta chica —dijo Javier rodeándome con un brazo.
—Parece que soy un poquitín predecible.
—Ya te dije que no te preocuparas —me dijo Andrés —si fue solo un pelotazo, no me mató —sonrió
—Espérate a las siguientes clases —dijo Belén partiéndose de la risa.
—Que pesada —le tiré un tallarín.
—Jajaja, pequeñas —dijo el profesor— ya me voy porque teng…
—Andrés estoy lista, vamos —dijo la joven que antes había estado con él con una bandeja en la mano.
—Si Amanda, oye mira estos son algunos alumnos míos… —nos presentó a cada uno de nosotros quienes levantamos nuestra mano al escuchar los nombres.
—Un gusto —sonrió— bueno chicos espero verlos después ahora nos tenemos que ir.
—Sí, es verdad, el trabajo nos llama.
    Se dieron vuelta y se fueron hablando. Esto sí que había sido raro, Javier lo conocía lo que deja como enseñanza que el mundo es realmente chico, y también estaba esa estupenda profesora de educación física, creo que los profesores de ese ramo en particular tiene un factor en común: su atractivo, ¿o no? Mientras comíamos no pude evitar observar a Grace y Emilio muy animados conversando… Mmm…
—Pss, Claudia —me llamó discretamente Belén.
—¿Qué pasa?
—¿Te diste cuenta? —apuntó hacia Grace y Emilio con el tenedor.
—Eso mismo te iba a preguntar antes, ella no nos ha dicho nada. ¿Tú crees que le guste?
—Mmm... No lo sé, Grace es tan tímida a veces que es difícil saber lo que piensa.
—Es verdad, pero bueno después le preguntamos y ahí veremos si nos quiere decir o no —me encogí de hombros.
    Belén me guiñó un ojo.
—Chicos, nosotros vamos a dar una vuelta antes de que entremos a clases de nuevo —nos dijo Emilio mientras se paraba con Grace.
—No se preocupen —dijo Javier sonriendo.
—Sí pelirroja, y acuérdate que después tenemos que hablar.
—¿De qué? —dijo la inocente.
—You know baby, you know —sonreí alzando las cejas.
—¡Ya entendí! —Me calló sonrojándose— de ahí te lo explico.
    Se dio vuelta y se fueron los dos tortolitos conversado felices.


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¡Uf! Tengo varias cosas que decir:
Primero: se que las tengo esperando a que la acción comience de una vez, pero tranquilas no puedo apurar tanto las cosas pero solo esperen un poquito y se verán recompensadas *-*
Segundo: este es mi último día en mis vacaciones de invierno ¬_¬, pero no se asusten que seguiré haciendo todo lo posible por escribir seguido y leerme sus blogs ¡lo prometo!
Tercero: Como siempre les quiero pedir que se pasen por estos blogs:

Estas dos chicas están recién comenzando como muchas de nosotros lo hicimos en algún momento y nunca es malo darles una manito (: Sus historias llevan poquito pero se darán cuenta que luego de leerlas estarán pidiendo más! Jajajaja así que échenle una mirada. Y como olvidarme de ¡galitaa!
La primera es su segunda novela y ya lleva dos capítulos, léanla, síganla ¡esta padrísima! Y la segunda es otra que ya comenzó con su segunda temporada.

Perdón por haberles hecho leer todo esto xD, bueno muchos saludos y abrazos a cada una de ustedes por siempre sacarme una sonrisa con sus comentarios. 
¡Sonrían, sueñen y amén!

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Adolescente con muchos sueños en camino a cumplirlos. Soñadora empedernida que intenta vivir la realidad...