Te decía la verdad.
Narración: Claudia.
—… y eso pasó —suspiré— No hay segundo que no piense en todo lo de ayer.
—¡Fue demasiado romántico! —Dijo Grace— Es como si hubiera planeado esa salida para decirte todo eso.
—Y la temperatura subió ¿eh? —Belén me pegó un codazo— Andrés ahora sí que tiene solo para él.
Reí avergonzada.
—Sí… pero… es extraño —arrugué la nariz— se supone que un hombre no se puede sobrepasar contigo ¿no? —Grace asintió— y lo que hizo Andrés… bueno, no se sobrepasó pero… no digamos que fue algo normal… pero no me sentí incómoda… es más… —me sonrojé.
—Te gustó —terminó Belén— Tranquila, es normal. Ustedes ya llevan su tiempo juntos y las cosas empezaran a cambiar, tienes que tener claro eso.
—Ten cuidado, Clau —Grace me miró preocupada— se que no eres de las que… bueno tú ya sabes, pero ten cuidado con lo que vayas a hacer de ahora en adelante.
—¡No! —Reí— ¡no pienses eso! No pasará nada —dije confiada.
—Y tú no digas que no pasará —Belén me interrumpió.
Me quedé en silencio.
Jamás me había puesto a pensar en… en todo esto. Con Andrés estoy bien así, no sé porque a todos les da con que haremos cosas… haremos eso. ¡Hasta vergüenza me da pensarlo! Tampoco es que Andrés me quiera sólo para costarse conmigo… no, eso nunca.
Narración: Grace.
¿Y si les cuento? No creo que me juzguen. Son mis amigas. Uh.
No creo que este mal sentirse así, o sea, Claudia también empieza a sentir cierto ¿deseo? Por Andrés y… bueno… ¿Es normal, no? Pero me da vergüenza contarlo. No es que me haya acostado con Emilio, pero las cosas entre nosotros también habían estado cambiando. Con diecisiete años no eres una niñita, pero tampoco tan grande como para… ¿o sí? Suspiré. En algún momento tendría que hablar con ellas, y contarles todo lo que está pasando… Algún consejo podré tener, y espero que de verdad me ayuden.
Narración: Belén.
—¡Javier! —Reí fuerte— ¡Claro que no!
—Yo sólo decía, fea —me sacó la lengua.
—Ya, pero hablando en serio —lo miré— ¿No piensas decirle nada?
—Para que —se encogió de hombros— Claudia insiste en que haga cosas para estar con ella, y lo intento, pero si tiene novio tampoco quiero que terminen si se quieren.
—Eres demasiado bueno, a veces las cosas no son como uno quiere y hay que luchar para las sean, ese es tú caso.
—Es complicado…
—Pero ya sabes que puedes hacer algo que la volverá loca.
Me miró sin entender nada.
—Cantarle, obvio.
¿Por qué le era tan difícil decirle todo a Gaby? No hay nada más sexy que un hombre con los pantalones bien puestos que luche por lo que quiere. ¡Y ellos son tan para cual! Ash. Era tan frustrante ver como actuaban entre ellos y ninguno era consciente de la forma en que se miraban, de la forma en que se hablaban, pero bueno, uno tampoco puede influir mucho. Yo ya hice mi parte, al decirle a que Javier siente algo por ella, desde ahora comenzará a cuestionarse como es con Javier y ¿Quién sabe? A lo mejor hay una nueva pareja y, bueno… un corazón roto.
Narración: Claudia.
—Bien. Nos vemos entonces a las cuatro en el centro comercial.
—A las cuatro estaremos —contestaron a coro.
Un beso a las chicas y corrí hasta alcanzar a Javier.
—Tengo algo que puede ayudarte.
—¡Claudia! —Me sonrió— ¿Me vienes a hacer compañía hasta mi casa?
—Ajá, ya que tu amigo te cambió por su novia —reí ante su mueca de disgusto— en verdad quiero ofrecerte algo.
—Soy todo oído.
—Bien… primero: ¿Serías capaz de hacer algo por tu enamorada?
Me miró extrañado.
—Están organizando un acto en la escuela en la cual será como un programa de busca talentos y esas cosas, entonces a mí se me ocurrió que…
—¡No, Claudia! —Negó rotundamente— No voy a participar en eso.
—¡Anda! —Lo tomé del brazo— Es la oportunidad perfecta ¿No crees? Tú con tu guitarra, delante de toda la escuela declarándole tu amor.
—Sabes que no me gusta cantar en público.
—¡Pero es por ella! Y además lo haces bien —Exclamé— Gaby nos estuvo hablando de que se enteró que tocabas guitarra y que no le habías cantado… ¿Ves? Ella quiere que lo hagas.
—Claudia… —me miró afligido.
—Es tu decisión, Javier. Pero vas a tener que preguntarte si de verdad quieres jugártela por ella.
Me despedí de él y proseguí con mi camino. Yo ya lo he estado ayudando mucho para que a todo lo que le ofrezca diga que no.
Narración: Grace
—… aunque yo creo que mejor deberían hacer… —le decía a Emilio mientras caminaba de un lado para otro en mi pieza— otra cosa. O incluso hablar con el profesor y ver si pue…
—Te quiero —me interrumpió.
Me detuve y le sonreí con ganas.
Amaba los momentos en que Emilio me interrumpía con estas frases sin previo aviso. Me encantaba. Me acerqué hasta mi cama, en donde estaba acostado, para darle un beso. Sabía que me tomaría de la mano y me tiraría arriba de la cama, así que fui más rápida y lo esquivé.
—¡Ja! —Reí— Te gané.
—Anda, ven —tocó la cama— sólo un ratito.
—Es que está mi mamá por acá, no puedo.
Como si ella nos estuviera escuchando, nos llegó un grito desde abajo que precisamente no era lo que yo esperaba.
—¡Grace, voy a salir unos minutos! ¡Tengan cuidado y no le abran la puerta a nadie! ¡Nos vemos, chicos!
¿Cómo no podía entender que ya era lo bastante grande para abrir la puerta? Para ella todavía soy su nena de diez años. Y… ¿Cómo me dejaba sola con un chico? Eso no es propio de ella…
—Ves, tu madre está a favor de nosotros —dijo divertido Emilio.
Se paró de la cama y se acercó pero salí corriendo por mi pieza. Últimamente o corría de él o me acercaba demasiado. De pie en mi cama, le lancé las almohadas a su cara ¡Que entretenido era esto! Pero, como siempre, llegó, me tumbó y terminó besándome como solo él sabía hacerlo.
—Me encantas —me dio un beso esquimal.
—Me fascinas —contraataqué sonriendo.
Y era aquí donde las cosas se descontrolaban un poco. Era una mirada a los ojos, y el deseo era latente en ambos. Agarró mi rostro entre sus manos y volvió a besarme. Nunca había estado con un chico, como lo estaba ahora con Emilio. Nada tan serio, por lo que tampoco sabía mi reacción antes ciertas cosas, como esta. Mis manos rápidamente intentaron buscar la parte baja de su polera. No sabía bien lo que pasaba. El beso cada vez se había más cálido, Emilio era delicado en cada caricia que me daba, pero al parecer estas cosas también se le escapaban de las manos. No demoré mucho en quitarle la polera y sentir su abdomen más cerca del mío. Ahora eran sus manos las que buscaban mi polera, y cada vez que sus dedos rozaban mi abdomen sentía un cosquilleo electrizante. Me alejé un poco para levantar los brazos y dejar que la polera desapareciera. Más besos y caricias. Pero ese era el punto final. Lentamente nos fuimos calmando, nuestras respiraciones que estaban bastante agitadas, intentaron recuperar su forma natural mientras ambos nos mirábamos a los ojos recostados en mi cama.
—¿Estás bien? —me preguntó.
Yo sólo asentí. No sabía porque pero siempre terminaba con ganas de llorar. Era tercera vez que esta situación se repetía y era lo que tanto temía contarles a las chicas.
—Dime algo, Grace.
No sabía que decir. No tenía pena. No tenía miedo. ¿Entonces? Pero luego, parecía como si el sol hubiera salido y una sonrisa inundaba mi cara.
—No sé que me pasa, Emilio —admití— Todo esto es… no sé.
—Lo siento si te hice sentir mal —me acarició la mejilla.
—Todo lo contrario —le di un besito— esto es… extrañamente lindo.
—Tú eres linda.
Sentía que mis emociones se escapaban de mis manos, pero finalmente la tranquilidad y felicidad siempre llegaban. Dos emociones que con Emilio acostumbraba a sentir
Narración: Claudia.
—Dijimos a las cuatro —dije apestada— ¿Por qué Grace se ha demorado?
—Ni idea… No es de las que llega tarde —dijo pensativa— algo tuvo que haberle pasado.
Esperamos quince minutos más y luego la vimos aparecer caminando apurada. Por lo menos era consciente de que estaba atrasada.
—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —Repetía una y otra vez— Se me hizo tarde con…
—Sí, sí, con Emilio —la molestó Belén.
—Bueno, estamos todas aquí así que comencemos a ver que cosa nos llevamos hoy porque sinceramente una que otra polera no me vendrá mal —dije feliz.
Comenzamos por nuestras tiendas favoritas, a la segura ¿no? Belén se quejaba de que no encontraba algo por lo que se moriría por comprar, en cambio Grace se lo quería llevar todo. Ah.
—¿Crees que debería comprarme una así? —Grace salió del probador con una polera negra— creo que no es mi estilo.
—Y concuerdo con eso —reí— mejor ponte esa amarilla.
Volvió a entrar, para luego salir con la otra.
—¡Esa sí! —Aplaudí— creo que para ti sólo te vienen esos colores muy alegres y vivos y…
—Estilo Grace —Belén apareció— yo no he encontrado nada aquí.
—Entonces déjame cambiarme y nos vamos.
—Te esperamos afuera…
Salimos de la tiendo y nos sentamos en una banca del pasillo a esperar a la pelirroja.
—¿Has hablado con tu papá? —me preguntó Belén.
—Ni una sólo palabra —suspiré afligida— no me habla, no me mira ¡hace como si no existiera! Está actuando como un niño.
—¿Y tú mamá?
—Mi mamá es la que está al centro de todo eso. No me apoya, pero tampoco apoya a mi padre… y encuentra feo lo que hizo Max.
—Es que de verdad se pasó tu hermano —dijo enojada— Todavía no puedo creer que te haya delatado.
—Por eso no le hablo. O bueno, lo he hecho un par de veces pero soy cortante con él.
—Tienes que serlo, es un cretino.
—¡Listo! —Grace apareció— ¿A que tienda nos vamos ahora?
Recorrimos unas cuantas tiendas más hasta que Belén encontrara algo que comprarse y lograra irse feliz. Decidimos pasar a tomar un café antes de irnos. La conversación iba de temas triviales, nada de chicos ni de padres actuando como chicos, cuando la vi.
—¿Tiene que ser una broma? —me levanté de la silla.
—¿Qué pasa, Claudia? —preguntó Grace.
—¡Es la novia de mi hermano! —Tomé mi bolsa y salí del local.
—¡Espera!
No puede ser. No puede ser. Esa no puede ser Daniela.
—¿¡Cuál es!? —me preguntó Belén luego de llegar a mi lado.
—Esa de ahí —se la apunté disimuladamente.
—No puede ser ella —Grace me miró con el ceño fruncido— si está…
—Esta con otro chico —terminé su frase.
Daniela caminaba de la mano con un chico. Esto tenía que ser un malentendido. Ella no podía estar haciéndole esto a mi hermano. Perdimos de vista a la pareja luego que doblaran en una esquina.
—¡Ven! —Belén nos tomó de la mano— Vamos a averiguar que pasa.
Los seguimos cuidadosamente, si ella me veía de seguro iba a actuar de otra forma con ese chico que tenía al lado, así yo no tendría nada que contarle a Max. Sabía que algo estaba pasando entre ellos, mi hermano no podía ser el único que pusiera problemas… ella tenía otro.
—Tendré que decirle a Max —dije triste— lo va a destrozar.
—Pero es mejor eso a que siga engañado por esta tonta —dijo Belén— ¿Quieres encararla? ¡Será divertido!
—¡Belén! —la regañó Grace— No. No nos metamos nosotras en este lío.
—Pero es que quiero verle la cara a es… ¡Mira! ¡Dios, lo está besando!
Todo confirmado. Daniela le estaba siendo infiel a mi hermano y yo ya lo había comprobado. Que se espere cuando Max se enteré y la deja botada. ¡Maldita zorra!
—¡Claudia, saca tú celular! —Belén metió la mano a mi bolsillo.
—¿Para qué? —intenté quitárselo.
—Déjame tomarle una foto —apuntó hacía la pareja besándose— para restregársela en su cara después —rió.
Esto no iba a quedarse así no más. Saqué el celular de las manos de Belén y caminé hacia Daniela. No iba a hacer un escándalo, pero quería que supiera que su jueguito ya se había acabado.
—¡Daniela! —Exclamé feliz— Que alegría encontrarte por acá.
Dio un saltó cuando me paré a su lado, y luego sus ojos casi se salieron de su cara. De seguro no podía creer esto.
—Hubiéramos conversado un rato… ¿y este chico? —me giré hacia él— que pena no tener tiempo para conocerte. Espero que la sigan pasando bien, nos vemos linda —me despedí con la mano y me giré, pero luego de dar dos pasos le dije— mándale saludos a Max.
¡Bam! Maldita zorra, ya verás como tu jueguito se cae a pedazos.
—Y ¿Qué le dijiste? —me preguntaron cuando llegué donde las chicas.
—Nada en especial. Era sólo para dejarle claro que está muerta.
Después de todo ese show nos fuimos cada una a su casa. Habíamos terminado más cansada de lo que esperábamos así que nos merecíamos una buena dormilona para mañana no llegar como zombis a clases.
—Hola, mamá.
—Hola, ¿Cómo les fue?
—Bien, me compré un par de cosas —sonreí— Oye… ¿podrías llamar a Max y decirle que venga a la casa?
—¿Por qué no lo haces tú? —me miró extrañada.
—Porque puede que no venga… ya sabes, con todo lo que pasó. Es importante.
—Está bien…
Subí a mi pieza a dejar las bolsas y tener preparado lo que le diría a mi hermano. Esa maldita no se saldría con la suya. ¿¡Como pudo hacerle eso a Max!? Y Max… siendo mi hermano me traicionó y ahora yo soy la que lo va a ayudar. Pero es lo que tengo que hacer. No puedo quedarme callada con esto, no puedo ver como sufre por esa tonta si ella está muy bien con otro.
Narración: Belén.
—Uh —me tiré a mi cama— Que horrible es ir de compras.
—Si, por eso volviste con bolsas ¿no? —reía Gaby.
—¿Qué has hecho en la tarde? —pregunté mientras me quitaba los zapatos y buscaba algo más cómodo que ponerme.
—Uh. Aquí buscando la información para el trabajo con Javier.
—Uuy, Javier —la molesté— Y ¿le preguntaste si era verdad lo que te dije? Si te quería.
—No me quiere, Belén —se notaba en su voz que ya no estaba tan segura— son ideas tuyas.
—Y de Claudia, y de Grace y Emilio ¡y todo el mundo! —reí.
—¡Ya, déjame! —Me lanzó una almohada— Entraré a bañarme así que estas a cargo de la casa por una media hora.
Entró con sus cosas al baño y yo me cambié: me saqué los pantalones y me puse uno de mis polerones largos que tanto amaba. Le quité las etiquetas a las cosas que había comprado y lo guardé. Bajé a buscar algo para comer cuando, tocaron la puerta.
—Claro, ahora que Gaby entra al baño llega —suspire rendida.
Ella debería considerar la opción de darle una llave a su novio si viene tantas veces. Me acerqué a la puerta y la abrí con la mejor de mis sonrisas… sarcásticas.
—¡Hola, querido Alex!
—¡Hola, estimada Belén! —Él también fue sarcástico— ¿Cómo has estado?
—De maravilla —sonreí— ¿Y que tal tú?
—Perfecto —me sonrió con agrado— ¿Puedo pasar?
—Ya es tu casa ¿no? —reí.
Lo dejé entrar y le ofrecí acompañarme a la cocina mientras esperábamos a Gaby.
—Tú sí que comes —comentó riendo ante todo lo que tenía encima.
—Tengo hambre, y si tengo hambre me alimento —respondí.
Fui a sacar un plato desde el mueble y cuando me giré noté, claramente los ojos de Alex mirando mis piernas. Pervertido.
—Y bien —comencé— ¿Cómo te fue con las fotos? ¿No me darás créditos ni nada?
—Tendría que hacerte un monumento —exageró— me felicitaron demasiado por ellas y…
—¿Qué pasó? —lo miré preocupada.
—Me pidieron que sacara otras —hizo una mueca.
¿Otras? Eso no puede ser… Entonces tendríamos que juntarnos de nuevo, ¡pero no! ¿Otra vez?... Al diablo.
—Sabes que esto te costará algo ¿no? —tomé un sorbo de mi juego recién servido.
—¿Estas dispuesta a ayudarme? —preguntó sorprendido.
—Puede ser… —admití sorprendida también.
Alex comenzó a contarme de que se trataba todo este rollo de las fotos, que algunas entraron a un concurso, pero él no porque sabía que a mí me molestaría. Bastante considerado. Me explicó cual era la otra idea de la siguientes fotos así que nos faltaba ponernos de acuerdo cuando.
—Yo creo que puedo todos los días —me encogí de hombros— aunque mejor me avisas con tiempo porque siempre ocurren planes a última hora.
—Está bien.
Tomé mi plato ya vacío de comida y me dirigí al fregadero. Claramente podía sentir los ojos de Alex en mí, por una extraña razón me ponía nerviosa. Casi se me cayó el vaso cuando pensaba en eso. Mierda. Me giré de nuevo y otra vez lo sorprendí observando mis piernas. Realmente halagador ¿no?
—Disimula ¿sí? —Le sonreí— Porque en cada momento que miras mis piernas me doy cuenta —le guiñé un ojo.
Su cara rápidamente se puso roja y esquivó mi mirada. Reí. Eso lo hacía verse realmente tierno. Reí con más ganas.
—Ya, relájate hombre —le palmeé el hombro cuando pasé a su lado— eres hombre, es obvio que miras… —pasé de largo hacía él, me devolví y desde atrás le susurré al oído— pero no deberías verle las piernas a la hermana de tu novia ¿no crees?
Belén: 1 ; Alex: 0.
Ahogue otra risa antes de subir a la pieza para decirle a Gaby que se apurara.
Narración: Claudia.
—Tengo que hablar contigo —subí a mi pieza.
Max se demoró unos minutos en subir, pero lo hizo. Bien, era el momento perfecto para soltarle lo de su novia. Él me había traicionado pero yo no podía. No podía ver como esa zorra lo había engañado.
—Tengo que contarte algo —empecé.
—Si es algo de tu noviecito mej…
—Cállate ¿sí? —Lo detuve. No puedo creer que siga con lo de Andrés— Esta vez se trata de tu noviecita que tanto defiendes.
Su expresión se endureció.
—¿Qué pasa con ella?
—El otro día la vi en el centro comercial… con otro.
Max no se inmutó. No hizo nada.
—Estaba con las chicas y la encontramos caminando de la mano y besándose con otro tipo, Max —lo miré fijamente— te ha estado engañando.
—¿Crees que te voy a creer todo eso? —preguntó incrédulo.
—¿Perdón? —pestañeé atónita.
—Claudia, es obvio que esto lo estás haciendo porque te molestó que te haya delatado con nuestros padres pero n…
—A ver, detente ahí —dije firme— esto no tiene que ver nada conmigo. Es tu novia y ese otro imbécil. Max, despierta, Daniela te engaña.
—No te creo… —caminó hacia a un lado de mi pieza— Ella ya me advirtió… me llamó llorando y… me dijo que se habían visto y que tú me vendrías con esta palabrería… —negaba una y otra vez con la cabeza— me explicó que ese chico era su hermano —me miró con tristeza— No puedo creer que estés inventando todo esto, Claudia.
—¡Yo no estoy inventado nada! —Dije histérica— ¡Yo digo la verdad, Max! ¡Es ella la que te está mintiendo y la que te miente con ese otro!
—Claudia, ya para. No te funcionó así que mejor deja todo esta acá ¿sí?
—Max… —mi voz se quebró— ¿le estás creyendo a ella? Max… soy tu hermana por el amor de Dios, te estoy diciendo la verdad… ¡ella no!
—Déjalo, Claudia.
Abrió la puerta y se fue sin creerme.
Me senté en mi cama y lloré. No podía creer todo esto. No podía ser cierto que esa maldita le haya cambiado toda la versión a Max y que ahora yo quede como la mentirosa ¡maldita zorra! ¿Cómo pudo pensar que yo le mentiría? Por más que me haya delatado y no apoye lo que tengo con Andrés no podría mentirle con algo así… Mamá subió un par de veces a preguntar que me pasaba, pero no respondí. Este problema era mío y de mi hermano, mis padres ya no tenían que meterse en más cosas.
Cuando sentí que Max se había ido de la casa, le mandé la prueba que tenía. Gracias a Belén tenía esa foto que se le había ocurrido tomarle a la parejita ¿Qué diría ella ahora después de enterarse que hay una foto? Espero que no le venga a decir que es un montaje porque ahí sí que le parto la cara. La verdad es que ya era bastante tarde para mostrársela, el hecho de que le haya creído a ella y no a mí era lo peor, pero tenía que decirle la verdad… aún así después de todo lo que él me había hecho a mí.
—Y saber que te decía la verdad… —escribí en un mensaje y le mandé la foto.
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¡Tarán!
Y ese fue le capítulo de este fin de semana :D
Vieron a Grace o.O'
Se supone que era la chica tímida, calladita... pero con su Emilio ya pasan cosas :$ asjaksj! Así cambiaba un poco lo obvio y no la ponía como la chica que no se atrevería a estar más allá con su chico ;)
Alex asjaksjak! :D pervertido :O
mirandole las piernas a Belén xD Me encantó esa frase que le escribí al final, cuando Belén le dice que no debería estan haciendo eso :$ algo juguetona... muy estilo Belén.
Bueno y lo otro se explica por si solo :)
Ahora quiero recomendar unos blogs *-*
Sí! hace mucho que no lo hacía :O
Es su primera historia así que ¡apoyemosla chicas! :)
Demosle el apoyo que todas necesitamos al inicio de esto *-*
Heermosa :) Gracias por nombrarme como tu madrina :')
Voy a llorar... C: Te ayudaré en todo, ya lo sabes :3
Su blog:
Y este otro es de mi querida Virialt Si no la conocen, no saben lo que se pierden :O
¡Esta chica escribe de maravilla!
Ha tenido unos escritos hermosos y ahora empezó con una novela que se ve de lo mejor
Con muucho misterio y amor *-*
Vamos síganla! :)
Su blog:
Apoyemos a estas dos nennas ¿si?
Por le menos échenle un vistazo a sus blogs :)
Todos necesitamos ayuda cuando empezamos en esto, yo la necesite muucho!
Así que ahora es momento de ayudar a los demás :3
Creo que eso sería por hoy ^^
Espero que hayan disfrutado el cap :o
Y ya nos veremos el proximo fin de semana con más sorpresas :)
UN ABRAZOO!