Ni se te ocurra besarme.
Narración: Belén.
Uf. Será
sólo una conversación corta. Sí, obvio. De seguro me pregunta porque no vino
Gaby. Eso es. Nada de qué preocuparse. Respuesta corta y media vuelta para
desaparecer bajo la primera piedra que se me cruce. Dejo que pase el último auto antes de cruzar
y me paro al frente de él.
—Hola —saludo con intento de sonreír— ¿Qué te trae por
aquí?
—Hola —me sonríe y se acerca para darme un beso en la
mejilla. ¡Oh!— Necesito hablar
contigo.
Mi corazón
se detiene un latido entero. Lo miro detenidamente intentando adivinar qué es
lo que pasa.
—¿Por qué necesitarías hablar conmigo?
—Porque eres la única que me dirá la verdad —hace una
mueca con disgusto— Enserio Belén, necesito tu ayuda.
Okay, soy
una estúpida de pies a cabeza. Asiento con la cabeza y camino por la calle para
llegar a otro lado lejos de la escuela y en dónde nadie pueda vernos. De vez en
cuando puedo sentir su mirada sobre mí. ¡No me mires, imbécil! Hago el gran
esfuerzo, y mira que lo hago, para no mirarlo, pero no logro resistirme mucho.
Lleva el pelo algo más largo desde la vez que lo conocí… ¿Qué mier…? Que esto
se acabe rápido antes de que termine hablando idioteces.
–Bien… —digo mientras me siento en la esquina de una
banca en la plaza— ¿En qué te puedo ayudar?
—¿Cómo te ha ido? —dice cambiando de tema.
Lo miro
boquiabierta. ¿Estás hablando enserio? Él no parece notar mucho mi
incredulidad, porque no reacciona. ¡Por Dios, hombre! ¿Cómo se supone que
actuaré normal después de todo lo que ha pasado? Si más bien no recuerdo la
última vez que lo vi la verdad se descubrió… y ahora está aquí.
—¿Y? —insiste.
—¿Qué quieres, Alex? Estoy hablando enserio.
Su rostro
cambia totalmente y la sonrisa que tenía desaparece.
—Al parecer no quieres hablar.
—¿De verdad quieres que te responda eso? —arqueo una
ceja.
Sin razón
alguna comienza a reírse, y sin evitarlo yo lo sigo.
—Ya, enserio Alex, ¿Qué quieres?
—Que me expliques que pasa entre Gaby y Javier.
—¡Oh!
Lo quedo
mirando sorprendida. Así que lo único que quiere es que le diga que es lo que
pasa con su novia y el otro para que pueda arreglar la situación ¿no? Daga
directa y precisa al corazón, Alex.
—¿Es que no sabes?
—Gaby no quiere contarme nada —silencia— Y sé que no
me quiere contar nada porque algo tiene que ese tal Javier.
—Pues no te equivocas en eso —me apoyo en el respaldo
de la silla y comienzo a narrarle lo que sé, que tampoco es gran cosa.
Narración: Claudia.
Mi celular
vibra. No. De ninguna forma. Vuelvo mi cabeza a los libros y continúo con el
estudio. Prometí que duraría por lo menos una hora estudiando sin
distracciones. Entonces… en el plebiscito del año 1988 ocurrió… Vuelvo a mirar
el celular. ¡Detente! Anoto cosas en mi cuaderno y sigo leyendo… hasta que me
veo tomando el celular. ¡Andrés! Camino hacia mi cama mientras abro el mensaje
que acaba de mandar.
¿Podría saber dónde está
mi novia en este momento?
No es que me esté muriendo
por estar con ella…
Me sumerjo
en mi burbuja de felicidad por un minuto. Y con una estúpida sonrisa la respondo.
Bajo a buscar algo para comer y para darle tiempo para que responda. Al subir
ya tengo un mensaje.
¿Qué te parece si te voy a
buscar y salimos un rato?
¡Claro que
sí! Salto emocionada, pero luego la realidad me golpea. La verdad es que no
puedo. Así es. Seamos realistas: tengo una pila de cosas que estudiar y aunque
las ganas de estar con él me maten, no puedo. Tengo que ser una persona sensata
alguna vez en la vida… ¡Pero quiero ir! … ¡No! Tecleo rápido una respuesta
negativa antes de que vuelva pensar, pido perdón y le digo que dentro de unos
días podremos salir.
—¿En dónde estaba? —me digo para volver a mis
estudios, triste y resignada.
Narración: Belén.
—¿Responde toda esa historia a tu pregunta?
¿Cuánto
habré hablado? ¿Quince minutos? Alex sólo asentía cuando debía y no interrumpió
en ningún segundo. Intenté alejar los nervios que me daban tener su mirada
puesta en mí por tanto tiempo ¡y lo logré con éxito! Aplausos para mí por favor.
Alex se
queda en silencio por un minuto digiriendo todo esto. Y la verdad es que me
llega a dar algo de pena… O sea, que venga alguien y quiera quitarte a tu novia
no debe ser nada bonito, menos aún si ella parece estar interesada en él.
—¿Así que tú crees que Gaby sí lo quiere?
—Pues… —dudo un
segundo— Un poco, sí. Y es lo mismo que le he dicho a ella: si no le importara
le hubiera dicho que no a Javier desde un principio, pero ya van días y aún no
lo hace.
—¿Crees que debería terminar con ella?
—¡Oh! Detente ahí, muchacho —río nerviosa— Yo sólo
vengo a contarte lo que sé, no a dar consejos ni nada de eso.
Alex me mira
y comienza a reír. ¿Qué clase de humor tiene este chico? Al diablo, porque por
alguna extraña razón a mí también me da risa.
—¿Te das cuenta de que esta ha sido nuestra
conversación más larga? —Apunta como si fuera algo normal— En otros momentos me
hubieras cerrado la puerta en la cara o algo por el estilo.
Me sonrojo a
recordar esos días en lo que nuestra relación de odio-amistad era sana. No como
ahora, que me siento enferma y apunto de vomitar.
—Lo sé —sonrío— pero tendrás que guardar este momento
en tu cabeza porque no volverá a ocurrir.
—¿De verdad? —pregunta… ¿Ahogado? ¿Triste?
¿Sorprendido? ¡Qué rayos se trae!
—Claro que no… sólo bromeaba.
Alex vuelve
a sonreír como si viera a un cachorrito jugando con una pelota.
—¿Eres extraño, sabes?
—¿Yo? Puf… En algo que coincidamos, querida.
Y nuevamente
volvemos a reír a carcajadas.
Narración: Alex.
—¿Qué haces aquí?
Veo como
Iván está sentado en la entrada de mi casa como si fuera lo más normal de la
vida.
—Queriendo escuchar la historia —se pone de pie— ¿Cómo
te fue?
Saco las
llaves de mi bolsillo y entro a la casa seguido por él.
—¿Quieres algo? —le ofrezco mientras entramos en la
cocina.
—No, gracias.
En silencia
yo me sirvo un vaso de jugo y busco algo para comer.
—¿Y bien? ¿Dirás algo o no?
—Pues… parece que Gaby si está interesada en Javier.
—¡Aleluya! ¿Y qué más?
Le vuelvo a
dar la espalda intentado escapar de la situación. O no… ¿Qué dirá si le digo lo
que de verdad pasó? Se reirá victorioso y se creerá el rey del mundo.
—Oh, Alex… ¿Qué pasó?
Me vuelvo a
girar.
—Nada —tomo un sorbo de mi jugo— Sólo me contó lo que
sabía y listo.
—¿Será como… la vez número cien en la que me intentas
vender algo que no es? ¡Ya, suéltalo! ¿Qué es lo que de verdad pasó? ¿La
besaste?
—No, claro que no —arrugo mi frente.
—¿Entonces…?
—No escuché nada de lo que me dijo… o bueno, entendí
la menor parte.
—¿Ah? —Me mira sin entender— ¿No la escuchaste? ¿Ahora
eres sordo?
Niego con
fuerza, con desesperación. ¡Maldita sea!
—¡No, Iván, nada que ver! —me alejo nuevamente de él—
No pude escuchar nada porque estaba malditamente desconcentrado viendo como
movía sus manos al hablar, como alejaba su pelo de su cara, como evitaba
mirarme, como se concentraba al hablar, como fruncía los labios… ¿entiendes ahora? —pregunto sin aliento.
Narración: Claudia.
—Arriba cariño,
ya es martes, tienes que levantarte.
Intento
abrir los ojos, pero parece ser la tarea más difícil. ¿A qué hora me habré
dormido? Lentamente me levanto y me doy cuenta de que tengo todo desordenado.
Oh, me quedé dormida. Hago fuerzas para levantarme de la maldita cama y partir
a dar otro examen más. Viernes… llega a mí, por favor.
Narración: Belén.
—¡Arriba, floja! —Lanzo una almohada— es tarde.
Gaby se
retuerce en su cama.
—No puedo creer que sea yo la que te está despertando.
—Ni yo lo creo… desde ayer que estás más animada ¿pasó
algo?
—¿Ayer? Naah… nada de nada.
Tomé mi
mochila y bajé rápido antes de que sus preguntas me atormentaran más. ¿Se
llegaría a enterar en algún momento de que Alex vino a hablar conmigo? Uf, no
sé qué saldrá de todo esto. Ojala que nada malo.
Narración: Javier.
—¿Crees que se atreverá a hablar conmigo en algún
momento? Pero hablar de verdad.
Emilio sigue
mi vista hacia el otro lado del patio y da cuenta de que esta Gaby. ¿Cuánto
habrá pasado desde que se supo todo? ¿Una semana? ¿Un poco más? Y ella al
parecer no da cuenta de que muero por tener alguna respuesta. ¿Es que piensa
que seguiré así por mucho tiempo? Sinceramente no sé si pueda soportarlo más.
—No lo sé, amigo. Las mujeres son realmente
complicadas… Te dicen negro, pero al final es blanco, te dicen no, pero al
final es sí… Menos mal que Grace no es así.
Lo único que
atino es a pegarle en la cabeza.
—Deja de Grace de lado y ayúdame con esto… Ya no sé
qué hacer.
—Hace lo que creas que está correcto. Ella tampoco
puede actuar como si nada, en algún momento te hará frente, o por lo menos
tendrá que hacerlo.
Asiento
pensativamente. ¿Y si insistir resulta peor? ¿Y si se termina alejando? ¿Más
aún?… Eso apesta más de lo que pensaba.
Vuelvo a
mirarla nuevamente, y me sorprendo al encontrarme con sus ojos fijos en mí.
Como si nada vuelve a voltear la cabeza para hablar con sus amigas.
Narración: Gaby.
Suspiro. ¿Es
que no puedo desaparecer por un rato?
—¿Tan mal? —me pregunta Claudia preocupada.
—Mm —asiento— creo que jamás estuve en una situación
tan difícil. ¿Qué se supone que tengo que hacer, eh?
—Algo fácil: seguir a tu corazón.
—¿Y si tu corazón está dividido? ¿Y si no quieres
dañar a nadie, pero sabes que lo harás sea cual sea la decisión que tomes? No
se puede seguir al corazón sabiendo que ocasionará pena o rabia a alguien a
quien quieres mucho… no se puede —ahogo un sollozo.
—Ay, Gaby —Claudia se acerca y me abraza— Creo que
estás pensando demasiado las cosas… Y creo que sabes a quién elegir, siempre lo
has sabido.
La miro
sorprendida. ¿De qué habla?
—Además… esos dos chicos te quieren, y saben que la
decisión que tomes será la correcta. Ellos tampoco quieren sentirse engañados,
quieren la verdad.
—Pero… Javier ha sido un amor conmigo desde el
principio, y Alex es mi novio… no puedo... no puedo.
—Mira… Javier entenderá si eliges a Alex, total él ha
sido tu novio desde hace mucho. Y Alex… bueno él también lo entenderá, te
conoce y sabrá que la decisión que tomas es lo que de verdad quieres. Aparte no
le costará mucho encontrar a alguien —sonríe.
—Puede ser… espera… ¿es que acaso él ya tiene a otra?
—el tono de mi voz sube unas cuantas notas.
—¿Eh? No, yo no he dicho eso —exclama sorprendida.
—¿Hay algo que tenga que saber, Claudia?
—Gaby… —se remueve inquieta— no soy yo quien te tiene
que decir lo que pasa.
¡Oh! Genial.
Entonces si hay alguien.
Narración: Carla.
—Bienvenido a mi casa… por segunda vez.
Dejo la
puerta abierta para que Max entre y tiro mis cosas en uno de los sillones.
Relájate, Carla… sólo van a estudiar y pasar un buen rato.
—Me gusta tu departamento, es lindo.
Me giro y le
sonrío.
—A mí también me gusta, vivo aquí —Max ríe— bien, ¿empezamos al tiro?
—Sí, mejor. No te quiero quitar mucho tiempo.
Narración: Belén.
—¡Te suena tu celular! —me grita Gaby desde la pieza
de arriba.
Corro rápido
para cogerlo, pero al ver la cara de Gaby puedo deducir quien está llamando.
Mierda, mierda, mierda.
—¿Por qué te llama Alex?
—Ni idea —me encojo de hombros intentando mostrar
desinterés. Mierda, ¿Qué pretende este imbécil? Avanzo para quitarle el celular
que sigue sonando— ¿Alex? … Soy, Belén… Puf, no…. Jajajaja, a cualquiera le
pasa… no, no te preocupes… ajá, hablamos —termino la llamada— Al parecer no
sabe cómo ocupar su celular… ¿conoces a otra Belén que conozca él?
—Pues… su prima.
—Ahí está, se equivocó al marcar mi número.
—Siempre le pasa —Gaby ríe.
Me uno a su
risa y salgo nuevamente de la habitación cerrando la puerta detrás de mí.
—¿Me puedes explicar ahora que mierda hacías
llamándome?
Desde la
cocina volví a llamar a Alex, ya que
toda la conversación que dije había sido inventada. Claro, ¿Qué más iba a
hacer?
—Necesito verte… ahora.
—¿Qué? No, claro que no. Casi me mata Gaby por esta
llamada. ¿En qué andas, Alex?
—Belén, es enserio. Estoy en la plaza que nos vimos
ayer. Te estoy esperando.
Me quedo
congelada. Cuelgo luego de darme cuenta que él lo hizo. Te estoy esperando. Un cosquilleo me recorre la espalda y se aloja
en mi estómago.
—¿Qué hago?
Pero la duda
me dura sólo un segundo. En un paso me veo saliendo de la casa.
Narración: Max.
—Es sencillo, mira —me quita el lápiz de la mano y
comienza a trazar los número y a ocupar una fórmula maldita— ahí está, ves. Es sólo
cuestión de práctica —termina sonriendo y al levantar su mirada vuelve a
sonrojarse levemente. Adorable.
—¿Y cómo se supone que me aprenderé estas cuarenta
fórmulas?
—Pues… —se quita sus gafas y la limpia con la esquina
de la polera— podrías darte cabezazos a la pared mientras las recitas, dicen
que sirve —y vuelve a ponerse los lentes.
—Lo intentaré —Carla ríe— Nunca había visto tus ojos
sin los lentes… a ver quítatelos.
Carla arruga
su frente como si le hubieran dicho que no al pedir un dulce. Como no me hace
caso, me acerco yo y se los quito.
—Por Dios, Carla… tus ojos son pardos —digo
sorprendido.
Su cara se
vuelve sonrosada… de nuevo. Sonrío con cariño.
—No entiendo porque te sorprende —vuelve a ponerse las
gafas.
—Porque nunca me había dado cuenta.
—Ja, no eres el único —hace una mueca.
¿Ah?… La
miro detenidamente intentado averiguar lo que piensa. Oh, todo tiene sentido
ahora: su timidez, el rechazo a un cumplido…
—Crees que no eres guapa.
—¿Ah? —el color de su cara desaparece.
—Tienes cierta inseguridad, Carla, y no me digas que
no porque ya te conozco perfectamente —le sonrío— ¿es que no te encuentras
bonita?
Se remueve
inquieta en la silla y puedo ver que lo único que quiere es escapar. Ay, no… no
era la idea hacerla sentir incómoda.
—Somos amigos, Carla… confía en mí.
—Lo hago… pero hay temas de los que ni siquiera con mi
almohada hablo —comienzo a reír ¿Es que siempre suelta algo chistoso?
—Ah…
—Y sí, lo sé, soy la persona más insegura del mundo,
pero bueno, tan poco es tan malo.
—No, claro que no, pero tienes que saber que eres
bonita.
—Max, somos amigos —rodea los ojos— me dirás eso aunque
tenga un disfraz de chimpancés.
—Seré tu amigo… pero también soy un hombre, cariño.
Narración: Belén.
Lo observo
sentando. ¿Qué hago aquí? Debería irme. Sí, ya he metido mis narices demasiado
en este asunto, todo saldrá mal y será por mi culpa. ¡No! Alex mira y se da
cuenta de que estoy aquí. Rayos, ya no me puedo ir. ¡Maldita sea! Y más encima
sonríe. ¿Qué pretende? ¿Coquetear conmigo para volver con Gaby?
Resignada
camino a su encuentro y no tomo asiento, total no tomará más de un minuto. He
dicho.
—¿Qué es lo que pasa?
—Necesito hablar contigo.
—¿No me digas? Y yo pensaba que querías ir al cine —digo
irónica.
Así es, la
mala onda siempre funciona. Menos con él: sonríe.
—¿Acaso crees que es muy fácil estar acá? —se pone de
pie.
¿De qué
rayos habla?
—Pues di tú —me encojo de hombros— Tampoco es que te
fueras a declarar ¿no? Entonces suéltalo
rápido y terminamos más rápido aún.
La cara de
Alex se pone pálida. ¿Qué? ¿Va a vomitar? ¿Está enfermo? ¡Maldita sea! ¡No! Las
ganas de vomitar me dan a mí. Mi pulso trona en mis oídos. ¿Dónde está la
cámara indiscreta?
—Mierda.
—Mierda —admite también dándose cuenta de que yo me di
cuenta.
—Creo que tengo que irme… sí.
—Tú no te vas a ningún lado —toma de mi mano. Oh, su mano… La alejo de él rápidamente—
Tenemos que hablar.
—Eh… no lo creo.
—¡Claro que sí! —Exclama con la voz más alto haciéndome
sobresaltar— Ambos sabemos que algo entre nosotros no va bien —apunta hacia mí
y luego hacía él.
—No entiendo que dices.
Ajá, lo
mejor es negarlo todo.
—Lo sabes, y muy bien —me mira directo a los ojos—
Desde esa vez que te fuiste llorando a tu cuarto me he quedado pensando en lo
que pasa… hasta ayer, cuando nos vimos.
—Ayer querías saber de tu novia, eso es lo único que
sé. Y ella debería estar aquí, no yo, Alex. Sólo déjalo…
—Te pregunté de ella, pero lo único que pude hacer fue
pensar en ti…
MIERDA. Sí,
con mayúscula.
—No sé qué pasó, ni como, ni cuando, ni dónde, ni
porqué… rayos no sé nada, sólo una cosa: siento algo por ti.
Lo quedo
mirando boquiabierta. Tiene que ser una broma. ¡Que salga la maldita cámara!
Ay, mis ojos pican… ¿Qué? No, no pienso llorar.
—Tengo que irme —suelto firme— no sé porque vine.
—¡Por Dios Belén! Deja de escapar de esto. Algo pasa
entre nosotros y tenemos que ver que va a pasar.
—¿Qué va a pasar? Pues nada, Alex. Nada.
—¿Porque? —suplica.
Y es aquí en
donde exploto.
—¡Porque maldita sea eres el novio de Gaby! —Grito—
¿Qué quieres que haga? ¿Qué le diga: oyes sabes que me gusta tu novio así que
saldré con él? —Esperen… ¿me acabo de
declarar?— Ella te quiere, mucho. Ni sabes lo complicada que esta con esta
situación. Y yo no puedo llegar a meterme en esto… claro que no puedo —siento
como las lágrimas escapan de mis ojos. Al diablo, quiero llorar, y mucho— ¿Y si
ella te quiere más que a Javier, eh? ¿Qué haré yo? ¿Sonreír y felicitarlos? Muy
hipócrita para hacer eso —hago una mueca y tomo aire— Sabes que esto no
funcionara, Alex. Por más que digas que sientes algo por mí, ese sentimiento es
más grande por ella. ¡Es tu novia! ¿Y yo? Sólo alguien que se cruzó en el
camino —sonrío con amargura— La quieres más a ella. Punto final.
Alex se
queda parado, sin habla. Estudiando todo lo que dije. Uf, fue como quitarse un
camión de encima. ¿Cuánto tiempo estuve aguantado todo esto? Demasiado al
parecer. Me limpio un par de lágrimas y vuelvo a mirarlo. Oh, no.
—Alex, ni se te ocurra —digo con el pánico en mi voz
al verlo en sus ojos. Mierda, no.
—¿Qué cosa?
—Besarme.
Pero era
tarde. Sus manos se enterraron en mi pelo y su boca llego en un segundo a la
mía con desesperación. Dios… ¡Me está besando! Sus labios acariciaban los míos
con una ternura que no esperaba. Mis piernas comenzaron a flaquear. Oh… Que montaña rusa ni que nada… ¡Esto está mejor! … Sentía su respiración encontrarse con la mía.
Ay… sus manos soltaron un poco el agarre para comenzar a acariciar mi mejilla…
—No… —intente alejarme, pero él no quería soltarme.
Esto está
muy mal, muy mal. No puedo seguir. No. Lo empujo lejos de mí y jadeo por la
falta de aire mientras sentía más lágrimas en mi cara. Soy una estúpida. Alex
también tenía su respiración agitada, pero una maldita sonrisa cubría su
rostro.
—Jamás vuelvas a hacer eso… ¡¿Me oíste?! —le escupí
las palabras.
Lo miré por última
vez y me di vuelta. ¿Cómo pude hacer esto? ¿Cómo? Un sentimiento no muy bonito
comenzó a incrustarme en mi pecho. ¿Qué
hice?
Narración: Claudia.
Sólo un par de días. Sólo un par de días.
Esa parecía ser mi mantra toda esta semana. Había pasado rápido y lento al
mismo tiempo. Tantas cosas que hacer, pero ni tiempo de pensar en ellas. A mi
favor tenía que las pruebas habían salido bien… o por lo menos eso creía. Pero
había un par de cosas que estaban mal. Con Andrés había hablado súper poco, por
no decir nada, pero él decía que entendía y que no había problemas. Y con
Belén… el día de ayer no llegó a clases, y lo más raro de todo fue la excusa
que nos dio Gaby.
—El martes llegó
súper rara después que salió. Diría que había estado llorando, pero no lo sé,
ustedes saben que llora poco —se encogió de hombros— Y cuando le pregunté qué
había pasado me dijo que se había peleado con una tal Andrea.
—¡Oh! —Exclamamos
Grace y yo— Ya vea… ellas han tenido un
par de encontrones.
—Sí —dijo Grace
mirándome— no se llevan muy bien.
Pero ambas sabíamos que no existía ninguna
Andrea. Sólo un Alex.
Eso había pasado ayer, y hoy ya era jueves
así que tendría que abrirnos la puerta a como dé lugar… pero no se pudo.
—No quiere —me dijo Grace en un recreo— la llame he
insiste que no vayamos hoy.
—¡Que pesada!
—Lo sé, pero sabes
cómo es ella. Nos llamará en algún momento cuando se sienta lista para hablar.
Y esa era la verdad. Por más que
quisiéramos hacer algo, no lo lograríamos hasta que ella nos llamara.
La clase de física pasaba lenta, lenta y
lenta. Y mis ojos se cerraban, se cerraban y se cerraban. Todo esto debido a
las horas que me había pasado estudiando en las noches. Me recosté en la mesa y
prometí que me pondría al día luego. Caía en la deriva cuando mi celular vibró
arriba en la mesa.
No
te extrañes, fui yo.
O Andrés había perdido la cabeza, o… Sí,
perdió la cabeza. Su mensaje no tenía ningún sentido. Iba a responderle cuando
la puerta de la sala sonó. Llegaba un inspector.
—Señorita Díaz, se
retira de clases.
¿Ah? Pero… Mi mamá no me avisó nada. ¿Qué pasa?
Extrañada comencé a tomar mis cosas y salí de la sala junto al inspector. En la
recepción me dijo que todo estaba firmado y que podía retirarme de clases.
¡Wou! Que alguien me diga cómo se hace eso para hacerlo continuamente. Salí de
la escuela y caí en la cuenta: el mensaje. Y bueno, ver a Andrés afuera arriba
de su moto lo confirmaba todo.
—Hola —me acerqué con
una sonrisa— Gracias por eso.
—De nada —me besó— Y ahora sube.
Obedecí rápidamente y en unos minutos
estábamos en mi casa.
Narración: Max.
—¿Estas bien?
Carla levantó la vista de su cuaderno y me
sonrió, aunque el estrés se veía en sus ojos.
—Mmss… define bien.
Sólo exámenes eso es todo.
Asentí.
—Gracias por la clase
del otro día, de verdad me ayudó mucho.
—Ningún problema… De
verdad espero que te haya ido bien.
El timbre interrumpió y Carla se
sobresaltó.
—Uf, ha llegado la
hora —hizo una mueca— me tengo que ir, un examen me llama.
—Bien, éxito con
ello.
—Suerte diría yo.
—Tú nunca has
necesita suerte, Carla. Anda, ve.
Me
sonrió con cariño y salió corriendo para la sala. Unos pasos más allá me
encontré con Mauricio quién me llamó.
—¡Hey, bro’! ¿Adivina qué? —alzó dos veces las cejas.
—Tu cara ya me lo dice todo —reí— Donde y cuando.
No era
necesario que diera mayor explicación cuando en su frente podía leer “Fiesta”.
—La idea fue de no sé quién, pero va a ir ¡casi toda
la universidad! Es en este pub que está en el centro ¿te acuerdas cuando
fuimos? Bueno ahí, y es este sábado.
—Genial —asentí entusiasmado— hace tiempo que no
salgo.
—¡Puf! —Bufó— Ya era hora que te dieras cuenta. El
sábado a las nueve.
—Me dijiste que están todo invitados ¿cierto?
—Ajá, el dato ya está publicado por todos los pasillos
así que creo que todos irán.
—Ah… genial.
—Hey… te conozco —me miró curioso— ¿Qué te traes? O
mejor dicho ¿A quién te traes entre manos?
—¿Yo? —Reí— A nadie… sólo que conozco a alguien a
quién le vendría bien salir un poco.
¿Se
atrevería a ir con nosotros? Sé que no es su tipo de ambiente pero como lo ha
estado pasando tan mal, puede que una salida la relaje un poco.
Narración: Claudia.
—Vamos, entremos rápido.
Me bajé de
la moto y saqué las llaves de mi bolso. Mis padres al parecen no estaban. Entré
a la cocina serví dos vasos de jugo y volví al living donde Andrés estaba
sentado en un sillón.
—Gracias por salvarme de esa, moría en la última
clase.
—No creas que lo hice por ti —uno de sus brazos me
rodeo la cintura— después de ese espectacular fin de semana apenas hemos podido
hablar.
—Lo sé… pero ya se acabó no más pruebas.
Le di un
besito y me deje caer rendida en otro sillón. Automáticamente bostecé. Uh,
necesito dormir hoy. Me acurruqué de
lado a lo largo del sillón para observar a Andrés.
—¿Qué tal tú?
—Bien… supongo —se encogió de hombros.
De repente
se levantó y se acercó a mí.
—¿Qué? —pregunté.
—Anda, dame espacio.
Sin
entender, me corrí lo que pude en el sillón y en un segundo lo tuve acostado a
mi lado. Solté una carcajada.
—¡Nos caeremos aquí!
—No lo creo —me dio esa sonrisa que me quitaba un
latido.
Pasó un
brazo por mi cintura y me acercó a él mientras que entrelazábamos nuestras
piernas.
—Extrañaba esto —me acurruqué cerca de él— Gracias.
—Te saqué de la escuela para estar contigo. Si quieres
dormir, dormiré contigo.
Reí nerviosa
y volví a darle otro beso mientras su agarre se hacía más fuerte. Luego sólo me
dejé llevar en los brazos de mi chico.
**************************************
¡Lo prometí! *-*
Aquí les dejó el capítulo que prácticamente escribí justo cuando publiqué el otro xD jajajaa
No sé si se dieron cuenta de que los días volaron en la novela xD jajaja no como otras veces que pasan leeeeeeeeeeeeeeentos .-. La idea era llegar hasta unos capítulos que tenía reservados hace meses, pero no pude :c Hubieran sido como 30 páginas D: :|
Pero por lo menos quedó patentado que los caps sgtes serán bastante interesantes ... Mmm...
Carla & Max
Belén & Alex
Claudia & Andrés
*O* Que Dios me salvé de lo que pasará xD jajajajaja!
Agradezco a cada una de las chicas/os que sigue leyendo la novela *-* Cada personita que se toma el tiempo de comentar :3
De verdad es increíble la cantidad de amigos que he ganado este año *-*
¡Un abrazo para cada uno de ustedes!
Me despido entonces :)
Espero que disfruten esta fin de semana, y supongo que nos veremos en unas semanitas más :O
BRASIL VOY POR TI!
Rommy! Como lo dejas asi? Me voy a morir en este tiempo que no estaras! Espero que te vaya super bien y disfrutes, y que el tiempo pase rápido!
ResponderEliminarPobre Belen!! :/ me siento super mal por ella y todo el enredo con Alex y Gaby y Javier
Andres la saco de clase! Que tierno!
Y Max con Carla! Amo esa pareja!
Que te vaya super bien!
Saludos!
Ohhhhh que capitulo mas genial! ME ENCANTO :)
ResponderEliminarBelén ohhhhhh es demasiado parecida a mi jajaja Se guarda todo y después explota y sobre todo cuando le pasa algo no llora y no lo quiere contar jajaja SOY YO! jajaja
No se como terminarán las cosas con Alex pero me gustan como pareja :B
Quiero saber la reacción de Gaby cuando se enteré de que belén beso a Alex...
Ahora Carla y Max, ABRILES LOS OJOS! jajaja No puede ser! Quiero saber como va todo en la fiestaaaaa, seguro Carla se pone hermosa :B
Y bueno Andres y Claudia, demasiado tiernos como siempre, me encantaaaan :B
Bueno espero que en el viaje te vaya fenomenal y la mejor de las suertes, te esperamos ansiosas :)
Carla TIENE que ir a la fiesta! Bueno Max, sos un amor! Belen & Alex, damn, Gaby & Javi, damn! Uds 4 ocupan psicologos(: Despúes Claudia y Andrés! :3 Mi vida! Quiero más Grace y Emilio♥
ResponderEliminarD: dios!! Eso de Belen y Alex esta candente... Quiero mas de Grace y Emilio. Max y Carla :3 estan en ese punto donde todo es hermoso :3 pero medio complicado, no es ni lo uno ni lo otro. Me encanta :3 esperare el sigiente
ResponderEliminarMuchos besos Rommy
Rommy,como estas? dios,uno de los blogs que moría por comentar era el tuyo.Es que todos estos capítulos,estuvieron tan geniales,TAN GENIALES.
ResponderEliminarPasando por la fiesta de Andres,Clau fue muy tierna.En hacerle la fiesta,va,ya lo dije,no?
Te podes creer que no me actualizaba ese capitulo? y lo leí hace poco,me queria matar.
La verdad tengo miles de cosas para comentar,pero miles.Asi que voy a sintetizar todo.
MAX Y CARLA,quiero mas de ellos.Me causan demasiado,demasiado ternura.Estan segundos en cuanto a mis parejas favoritas,es que son muy lindos.Ella es timida y el no,no se si me entendes.Son la pareja perfecta.
Asi que,basicamente,estoy esperandote por ellos.
GABY Y JAVIER,me cae pesimo Gabriela,siempre lo supe.Es que no se decide,y no se,me da la sensacion de que es re boba y no sabe lo que quiere.Ojala Javier se avive y no termine con ella,pero se que no va a pasar.Porque Javier la quiere mucho,bla,bla.AGUANTE JAVIER,IGUAL!
BELEN Y ALEX,otra pareja que amo.Es que los dos son tan decididos,no se.Me encantan,quiero mas sobre ellos.VIVA BELEN,jajajaj.
Quiero el proximo capitulo sin falta.Espero que te vaya excelente en todo lo que hagas,beso♥
Excelenteeeeeee. Yo quiero saber qué pasará con esas 3 parejinhas... Aunque la verdad es que yo quería que Claudia y Andrés se besaran apasionadamente y esto subiera de nivel :$ Jajajajajaja, así de golosa yo :$ jajajaja.
ResponderEliminarTe amo, Chaiooo ❤
me vas a matar Rommy!!!!!!! xDDD
ResponderEliminareres geniaL!!!!!
escribes geniaL! adore a Belen y Alex!!!! ♥.♥
como...como puedes hacer esto???? *.*
pones mis sentimientos al limite!!!! :DD
te adoro....espero que todo sea geniaL enn el siguiente capitulo, auqnue presiento que sera emocionante!!!!!
saludosss!!!!!!! n_n